Activistas logran un fallo en la SCJN, pero es apenas el principio de una estrategia mayor

En 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) autorizó el primer amparo a favor de cuatro miembros integrantes del grupo Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (SMART). Posteriormente, casi tres años después, en abril pasado, tres personas más obtuvieron licencia. Ambos casos, aunque fueron tramitados por diversos individuos distintos, estuvieron apoyados, asesorados y promovidos por el grupo México Unido Contra la Delincuencia (MUCD).

Lisa Sánchez, directora general de México Unido contra la Delincuencia (MUCD), explicó en entrevista con La Silla Rota que “nunca fue el primer objetivo el uso personal adulto de cannabis, sino fue estratégico y de cambio de política pública”.

Lo que MUCD, verdaderamente buscaba, era que el Estado mexicano dejara de perseguir a los consumidores de marihuana y en cambio reconociera sus derechos.

“Una regulación para quitarle al Estado el pretexto de seguir persiguiendo por el consumo y posesión de drogas para que regrese a concentrarse a lo que sí es importante: la prevención y sanción del delito, sobre todo aquellos que dejan víctimas”, puntualizó Lisa Sánchez.

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Por otra parte, Zara Snapp, una de las beneficiarias, afirma que la obtención del amparo forma parte de un “litigio estratégico mayor”, cuyo objetivo va más allá.

Snapp, cofundadora de Instituto RIA, asociación civil a favor de los derechos humanos y que aboga por políticas justas en materia de consumo de drogas, es también consejera del colectivo ReverdeSer  y autora del Diccionario de las Drogas. Y por supuesto, es una de las 10 personas en México que pueden fumar marihuana de manera legal.

Con ocho años de experiencia trabajando de diferentes maneras en materia de política de drogas, explica que el triunfo legal (que ahora le permite consumir cannabis recreativo) está implícito en un proyecto más ambicioso, como “crear justicia social con este cambio de paradigma”.

Para la activista, es importante demostrar que los consumidores de marihuana pueden y tener llevar una vida productiva y funcional; “una maestría y un hijo y que todo está bien”. Una regulación integral, bien definida, debe ser tratada urgentemente en México.

Si bien la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha aprobado el reglamento que regula al cannabis para fines medicinales, este apenas contempla que los pacientes que podrían ser beneficiados puedan importar derivados de marihuana de otros países, pero no que puedan cultivar para obtener sus propios medicamentos. Por lo tanto, es necesario Impulsar la producción nacional. “Un paciente debería tener la oportunidad de cultivar para él mismo o para un ser querido. Nadie está buscando hacer un daño”.

Regulación integral

Los primeros pasos ya se han dado. El cannabis con propósitos medicinales es ahora legal. Sin embargo, es de suma importancia regular el consumo recreativo, así como los cultivos. Es más que conocido que hay miles de muertos y desaparecidos por el narcotráfico y es necesario construir un México donde los presos por delitos relacionados con la marihuana sean liberados y se les conceda otras oportunidades participativas en la sociedad.

“Yo como usuaria no siento que es mi culpa lo que ha sucedido. Ha sido la prohibición y las autoridades quienes han decidido implementar la prohibición de cierta forma. Atrás de eso hay intereses, porque es un gran negocio hacer guerra. Creo que el autocultivo, que hemos venido exigiendo con estos casos en la Suprema Corte, tiene que ver con la calidad del producto. Pero también para que no estés contribuyendo tampoco al mercado ilegal. Creo que si eres usuario no necesitas sentir una culpa, porque no tenemos otra opción”.

De igual manera, Snapp explica en entrevista para el sitio de noticias Vice, que está trabajando para encontrar métodos productivos de cannabis (“reconocer las semillas y la genética que existe en México, y cómo conservarlas”). Esto con el fin de exportar marihuana de buena calidad a Estados Unidos. Además, que puedan existir clubes que permitan el cultivo cooperativo y dispensarios para quienes no deseen sembrar. Todo de manera controlada y que genere impuestos para desarrollo social, “reducción de daños y gestión del placer”.    

Por último, Zara señala que México podría cultivar la mejor “marihuana del mundo y tener un orgullo en eso”, lo cual podría cambiar la opinión negativa hacia la marihuana y sustituirla por una dignidad nacional. Evitando que la comercialización de la marihuana quede en manos de farmacéuticas y releguen a México a un papel de simple consumidor.

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Fuentes.e-veracruz, vice

Imagen: origenoticias.com, síntesis.mx