Cannabis, la droga del amor según la ciencia y sus recomendaciones
Por DiosaVerde.org
Seguramente has escuchado hasta el cansancio la frase “Hagamos el amor y no la guerra”. Este eslogan fue creado por el vocalista británico de The Beatles e icono del movimiento hippie entre las décadas de los 60 y 70, John Lennon. Sin embargo, pocos saben que abarca un significado profundo; más allá de una filosofía antibélica y pacifista.
Por supuesto, la frase fue pronunciada en una época donde la guerra de Vietnam causaba fuertes estragos y el mundo ya había padecido las experiencias de la primera y segunda guerras mundiales; por lo tanto, los jóvenes de aquel entonces se manifestaban abiertamente exigiendo paz en un ambiente que además promovía la libre sexualidad y la hermandad. No obstante, existen otras razones que inspiraron esta frase.
Uno de los mayores símbolos de la generación hippie era el consumo de cannabis; muy ligado a la libertad e ideologías pacifistas. Como cualquier hecho, esta forma de pensar tiene también una explicación científica, si consideramos los efectos que la marihuana causa y por supuesto los hechos bélicos ya mencionados.
Nuestro cerebro y el amor
Te has preguntado alguna vez por qué el modelo clásico de felicidad consiste en tener una pareja que nos complemente y con ella formar una familia con quien compartir nuestras vidas. Estas demandas del alma y corazón están muy influenciadas por un componente básico: la oxitocina, una hormona y neurotransmisor presentes en nuestro cerebro. Como hormona, produce las contracciones de parto y la secreción de la leche materna en las mujeres; no obstante, como neurotransmisor, posee virtudes pacifistas y de instinto social muy marcadas, que incluso definen la empatía, ternura, el enamoramiento y el deseo sexual amoroso.
La oxitocina como hormona
La oxitocina se descubrió a principios del siglo pasado y se sintetizó artificialmente por primera vez en 1953. Vincent Du Vigneaud, bioquímico estadounidense, recibió en 1955 el premio Nobel por la síntesis de este compuesto. Aunque puede obtenerse directamente de manera artificial, y desde los 70 ha sido utilizada como auxiliar para acelerar los partos; la OMS (Organización Mundial de la Salud) restringe su uso, pues entre sus efectos secundarios se ha reportado la rotura uterina y la pérdida de bienestar fetal.
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La oxitocina como neurotransmisor: la droga del amor
Irene García Perulero, bióloga e investigadora de esta hormona, comenta que la oxitocina, “en su papel como neurotransmisor está implicada en comportamientos relacionados con la confianza, el altruismo, la generosidad, la formación de vínculos, los comportamientos de cuidado, la empatía o la compasión, pero hay mucho más: tiene un papel fundamental en el comportamiento maternal y sexual. Por lo tanto, la existencia de este neurotransmisor es lo que nos motiva a no ser beligerantes. Incluso el instinto más amoroso e incondicional que existe (el materno), está plenamente influenciado por la oxitocina. Obviamente enamorarse, sentirse feliz con alguien y el deseo de cuidarse unos a otros a nivel familiar o social, también está muy vinculado a este neurotransmisor. Por si fuera poco, su liberación durante el orgasmo acaba ejerciendo un bloqueo absoluto del estrés (tanto en hombres como en mujeres).
La oxitocina y la marihuana
Después de lo anterior ¿podrían imaginarse una dosis extra de oxitocina? Pues la marihuana, de acuerdo con Lisa Kirkman, columnista sexual a favor de la marihuana, nos hace liberar aún más la “molécula del amor”. Provocando sensaciones más intensas y orgasmos más prolongados.
Al respecto, hace ciertas recomendaciones:
Dentro de los subtipos de cannabis existen las variedades Índica y Sativa. Pues bien, según Kirkman:
“Las variedades puras pueden provocar efectos extremos como somnolencia en el primer caso y paranoia en el segundo”; pero existen variedades híbridas con ratios alrededor del 70/30 que funcionan mejor que las 100 por ciento índicas o sativas”.
Para un efecto energético, Kirkman recomienda una sativa con THC moderado; en contraste, para un efecto relajante, vendría muy bien una índica.
Así que ahora sabes: cuando consumes marihuana estás aún más predispuesto al bienestar, al amor, al enamoramiento, ¡y al sexo!
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Referencias: ABC, Oxitocina, undergrow.tv, vademecum.es.