Estudio reciente: El cannabis mejora la calidad de vida en niños autistas
Por DiosaVerde.org
Los padres de algunos niños autistas han informado durante mucho tiempo que sus hijos se calman con cannabinoides, tienen mayor capacidad para comunicarse y pueden hacer más tareas por sí mismos. Pero debido a las restricciones en la investigación del cannabis en Estados Unidos, ha habido muy pocos estudios reales para confirmar tales afirmaciones.
Un estudio, publicado el 17 de enero de 2019 en la revista Nature, proporciona pruebas a los padres para respaldar dichas afirmaciones. La investigación descubrió que efectivamente el cannabis puede aliviar algunos de los síntomas que sufren muchos niños autistas, tales como convulsiones, inquietud y ataques de rabia.
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El estudio, titulado: Experiencia de vida real del tratamiento con cannabis medicinal en el autismo; análisis de seguridad y eficacia, siguió a 188 pacientes con Trastorno del Espectro Autista (TEA) durante un período de seis meses. La mayoría de los pacientes (81.9 por ciento) eran hombres y tenían una edad promedio de 12 años, con 14 de los participantes menores de 5 años; 70 pacientes entre seis y 10 años y 72 pacientes entre 11 y 18. Sus síntomas de autismo incluían “inquietud, ira, ataques, agitación, trastornos del habla, deterioro cognitivo, ansiedad, incontinencia, depresión y más”.
Los autores del estudio: Lihi Bar-Lev Schleider. Rafael Mechoulam, Naama Saban, Gal Meiri y Victor Novack, explican:
“Aunque muchas personas con autismo están siendo tratadas hoy con cannabis medicinal, existe una falta significativa de conocimiento sobre el perfil de seguridad y los síntomas específicos que tienen más probabilidades de mejorar con el tratamiento de cannabis”.
Los objetivos del estudio fueron sencillos: “caracterizar a la población de pacientes que reciben tratamiento médico con cannabis para el autismo y evaluar la seguridad y eficacia de esta terapia”.
La conclusión es indiscutible: “El cannabis en pacientes con TEA parece ser una opción bien tolerada, segura y efectiva para aliviar los síntomas asociados con el TEA”.
Tratamiento y hallazgos
Los padres a menudo han informado que el cannabis y el CBD ayudan a calmar a sus niños autistas y los ayudan a concentrarse. Además, para los niños que sufren convulsiones epilépticas, el cannabis puede ayudar a disminuir la frecuencia de los episodios epilépticos. Por mencionar un ejemplo, está el caso de Brandy Williams, un activista del cannabis en Arizona que le ha dado cannabis a su hijo autista, Logan, quien experimentaba ataques epilépticos. Brandy Williams afirma que notó cambios significativos en su hijo: dejó de moverse de un lado a otro, y pudo comunicarse con mayor claridad.
La mayoría de los sujetos en el estudio israelí recibieron aceite de cannabis (compuesto por 30 por ciento de CBD y 1.5 por ciento de THC). Según un representante de Tikun Olam, el mayor proveedor de cannabis medicinal en Israel, el aceite de cannabis se derivó de la cepa patentada Avidekel, desarrollada para brindar a los pacientes el beneficio medicinal del cannabis con efectos psicoactivos mínimos.
Un mes después del ensayo, se les pidió a los encuestados que calificaran su calidad de vida usando la escala de Likert (“que va desde muy pobre a pobre, ni pobre ni bueno a muy bueno”) y reportar efectos secundarios para proporcionar un mejor criterio en la obtención de resultados finales.
Al final de los seis meses que duró el estudio, 155 sujetos de los 188 originales todavía estaban en tratamiento activo, pero otros habían abandonado o empezado una opción de tratamiento diferente. De estos 155 pacientes, 93 habían sido evaluados mediante cuestionarios.
De los 93 pacientes, 28 (30.1%) reportaron una mejoría “significativa”; 50 pacientes (53.7%) reportaron una mejoría “moderada”, y seis (6.4%) reportaron una mejoría “leve”. Sólo 8 pacientes (8.6%) no mostraron cambios en su condición.
Asimismo, aproximadamente una cuarta parte de los pacientes evaluados (25.2%) experimentaron algún tipo de efecto secundario. El más común fue la inquietud, reportada por el 6.6% de los sujetos; otros incluyeron somnolencia (3.2%), un efecto psicoactivo (3.2%), aumento del apetito (3.2%), problemas de digestión (3.2%), boca seca (2.2%) y falta de apetito (2.2%).
Los pacientes informaron que su calidad de vida, o mejor dicho, “su estado de ánimo y capacidad para realizar las actividades de la vida diaria”, mejoró en seis meses. Antes del estudio, 31.3% dijo que tenía una buena calidad de vida. Después, esa cifra aumentó más del doble, subiendo a 66.8%.
“Calidad de vida” no es algo confuso; tiene significado en el mundo real. Por ejemplo, algunos padres encontraron que los pacientes podían vestirse con mayor facilidad después de seis meses, una mejora de 21.5 por ciento.
Autismo y epilepsia
Casi un tercio de las personas autistas son diagnosticadas con epilepsia, una condición que responde bien al tratamiento con cannabis.
En el estudio israelí, 14.4 por ciento de los participantes tenía epilepsia. Como en muchos estudios sobre autismo, los sujetos tomaban otros medicamentos, lo que pudo dificultar la evaluación en cuanto a la efectividad del tratamiento con cannabis. Por otra parte, algunos de los pacientes en el estudio también estaban tomando medicamentos antipsicóticos, antiepilépticos y antidepresivos.
De los 93 pacientes que respondieron al cuestionario final, aproximadamente un tercio redujo o detuvo algunos de esos medicamentos. Después de seis meses, 11 de los pacientes habían dejado de tomar medicamentos antipsicóticos por completo.
La dosis modifica los resultados
Las dosis no fueron de aplicación única, ya que algunos pacientes recibieron una gota de aceite tres veces al día con 15 miligramos de CBD y 0.75 mg de THC; pero otros recibieron hasta 20 gotas de aceite tres veces al día.
Aunque el análisis israelí da un paso adelante para demostrar que el cannabis puede ayudar a las personas autistas, los investigadores creen que se necesitan más investigaciones:
“Si bien este estudio sugiere que el tratamiento con cannabis es seguro y puede mejorar los síntomas del TEA e incrementar la calidad de vida de los pacientes, creemos que los ensayos doble ciego controlados con placebo son cruciales para una mejor comprensión del efecto del cannabis en los pacientes con TEA”.
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