Cómo aprovechar los tallos, hojas y raíces después de cosechar tu cannabis
Por DiosaVerde.org
El objetivo principal de cultivar cannabis es sin duda producir grandes cogollos aromáticos. Sin embargo, al final de la cosecha nos queda mucho más que eso: tallos, hojas, tierra y raíces. En gran medida, estos materiales terminan en el basurero, pero ¿qué pasaría si pudieras utilizar estos materiales para reducir costos y mejorar tu próxima cosecha?
Todas las plantas en general crecen en un ciclo continuo de intercambio de nutrientes, y las plantas de cannabis no son diferentes. Todos los nutrientes extraídos de la tierra, además del agua y el CO2, simplemente se trasladan del suelo a la planta.
Una forma de reducir los costos de tu cultivo es buscar métodos para usar las porciones de la planta con alto contenido de nutrientes que normalmente se desechan.
Entonces, ¿cómo puede utilizar tallos viejos, hojas, raíces y tierra?
Tallos: mantillo para tu cultivo
Las plantas de cannabis producen en sus tallos material extremadamente fibroso. El cultivo comercial de cáñamo se basa principalmente en las cualidades fibrosas de la planta y en el aceite extraído de las semillas de cáñamo. Un cultivo de cannabis exclusivamente femenino no producirá ninguna semilla, pero aún te quedarán grandes cantidades de tallos.
Puedes usar una astilladora de madera, o bien romper los tallos manualmente y crear mantillo. A partir de este punto, puedes agregar este mantillo a tu pila de composta o devolverlo a tu cultivo. El mantillo solo se debe aplicar en jardines con suelos vivos para garantizar que se descomponga con el tiempo para convertirse en alimento y en un nuevo hábitat para insectos beneficiosos. También ten en cuenta que nunca desearás usar ninguna planta que haya tenido enfermedades o infestaciones, pues es probable que propaguen su enfermedad por el cultivo a través del mantillo.
Hojas: jugo, té y hachís
Las hojas de cannabis, al igual que los tallos, son excelentes para el compostaje, pero también se pueden usar en otros proyectos.
Hay dos tipos principales de hojas de cannabis: hojas de abanico y hojas de azúcar. Las hojas de abanico son las hojas icónicas y grandes que sirven como la fuente principal para capturar la energía del sol. Las hojas de azúcar son las pequeñas hojas recubiertas de resina que se forman alrededor de los brotes.
Debido a que las hojas de abanico no contienen altos niveles de cannabinoides, no tienen un propósito cuando se trata de hacer hachís. Sin embargo, se están volviendo populares para elaborar jugos, igual que como podrías hacerlo con otras verduras comunes de hoja verde.
También puedes secar las hojas de abanico y prepararlas en té o usarlas en recetas de cocina.
Las hojas de azúcar, por otro lado, producen una gruesa capa de tricomas llenos de cannabinoides. Para aprovecharlas, te recomendamos preparar hachís o mantequilla cannábica. Estos productos sin solventes pueden fabricarse de forma segura en casa con configuraciones simples.
Raíces: té o tópicos
La mejor manera de preparar raíces para uso medicinal es hirviéndolas para té o secándolas y moliéndolas para crear ungüentos, mezclando el polvo o el líquido con aceites u otras soluciones.
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Fuentes: diosaverde, Leafly.