Por estas razones los consumidores de cannabis se mantienen leales al mercado negro en California
Por DiosaVerde.org
Si consideramos la situación de países donde el cannabis es ilegal y aún podrías ir a la cárcel por delitos relacionados con el cannabis, es un privilegio poder llevar una bolsa de media onza de marihuana en California y no estar haciendo nada ilegal. Entonces, ¿para qué recurrir al mercado negro? Incluso la mayoría de los partidarios de la Proposición 215 de California parecen acudir al “lado oscuro”, particularmente cuando se trata de los altos impuestos que inflan los precios minoristas.
Estos altos impuestos, entre otras cosas, parecen empujar a la gente de vuelta al mercado ilícito. El comercio clandestino que el gobierno pretendía disipar con la legalización, permitiendo a los consumidores obtener su hierba recreativa o medicinal, puede ser agradable y práctico solo para quienes tienen un presupuesto bastante desenvuelto. Además, el cannabis ilícito es un dolor de cabeza para el Estado.
Veamos algunos ejemplos:
Jake Heraty, estudiante de la Academia de Arte de la Universidad de San Francisco, recibió un trasplante de hígado a los seis meses de edad y sobrevivió al hepatoblastoma, un tumor canceroso raro que se desarrolla en el hígado. Heraty consume cannabis para aliviar el dolor crónico resultante de su cirugía. Es extremadamente difícil para los estudiantes universitarios (o cualquiera que no gane 150,000 dólares al año) sobrevivir en San Francisco, y Heraty apenas puede pagar la marihuana medicinal que necesita.
“No me gusta comprar en las calles. Preferiría ir a una tienda y elegir lo que quiero; pero cuando tienes que pagar 15 por ciento adicional en impuestos, realmente no hay preguntas. Simplemente no puedo permitirme tirar 20 dólares adicionales para que el Estado pueda obtener su parte del mercado de cannabis. Ese impuesto extra es mi cena”, explicó Heraty a High Times.
Sin embargo, el estado de California se esfuerza para librar las calles de estos sórdidos puntos de venta ilegales. En mayo pasado, el gobernador Jerry Brown propuso invertir 14 mdd en investigaciones sobre la actividad ilegal del mercado de cannabis. La propuesta de Brown se ha puesto en práctica y varios grupos de mercado ilícitos, desde distribuidores hasta cultivadores, han sido allanados. No obstante, un trabajo de tal magnitud, con solo 14 mdd es simplemente absurdo: destruir el mercado ilícito de cannabis en California es un trabajo de billones de dólares.
Podría decirse que destruir el mercado ilícito tardaría además tantos años como crear un sistema de cannabis legal bien estructurado.
Un vistazo al lado oscuro
Desde el punto de vista de los empresarios, también es costoso tener un negocio legal:
Marco (nombre cambiado para proteger su anonimato), un dealer ilegal del Área de la Bahía de San Francisco, lleva siete años en este negocio (desde que estaba en la escuela secundaria). Él afirma que lo que sigue siendo un factor de éxito dominante en el mercado negro, es el vínculo que establecen cliente y comprador.
“La gente no suele considerar la familia y las relaciones que se han construido a través de los años entre vendedor y comprador. El mercado legal simplemente no tiene eso todavía”.
Marco cree que el mercado ilícito continuará floreciendo debido a las sólidas relaciones entre distribuidores y productores. Además, muchas personas no buscan renunciar a dichas relaciones para entrar a un negocio sumido en la incertidumbre. Y todavía hay más: los que recién comienzan en el mercado legal no tienen el mismo conocimiento y experiencia que los cultivadores de la vieja escuela:
“Esto se debe a las limitaciones de la legalización de la industria. En mi opinión, el objetivo de cualquier distribuidor o productor con licencia es producir la mayor calidad posible de productos. Sin embargo, dado que un montón de neófitos están entrando sin saber una maldita cosa sobre cómo cultivar marihuana, hay un exceso en el producto de grado B a C flotando alrededor. Estos nuevos chicos no tienen nada que ver con los que lo han estado haciendo durante años”.
Marco explica que su objetivo no tiene relación con la legalidad. Más bien, su principal preocupación es ayudar a las personas a aprender sobre la planta y tomar decisiones informadas sobre qué es lo que mejor funciona para ellos.
Una perspectiva exterior
Por supuesto, la filosofía de Marco no encaja con la Ley de California, aún menos en 2019.
Alex Traverso, jefe de Comunicaciones del Buró de Control de Cannabis (BCC, la organización responsable de regular el mercado legal), admite saber que el cannabis ilícito es un problema. De hecho, antes del 1 de enero de 2018, el BCC sabía que el comercio clandestino sería un problema. Ha sido un obstáculo para todos los estados que implementaron un programa legal de cannabis.
Sin embargo, las operaciones ilícitas que sub-financian a los negocios legales, se encuentran entre las mayores preocupaciones de la BCC:
“Hay personas que hacen todo lo posible para obtener una licencia. Obtener una licencia y pagar impuestos aumenta sus costos”, dice Traverso.
La mayoría de la gente cree que el aumento de los costos es la base sobre la cual el mercado ilícito continúa prosperando. Según Statista, el precio en la calle por una onza de hierba en California cuesta alrededor de 218 dólares, muy caro en comparación con el precio del dispensario, de 299.
No obstante, a pesar de los altos precios del cannabis legal, California ha visto inundaciones de recién llegados y turistas que acuden a los dispensarios para disfrutar de las compras legales y estar debidamente informados sobre lo que están comprando.
Por su parte, Traverso y su equipo han tomado una serie de medidas para defender negocios legales contra el mercado ilícito. Él dice que el BCC ha enviado cartas de cese y desistimiento a negocios sin licencia que descubren a través de sitios web como Weedmaps y Craigslist, por citar algunos ejemplos.
Asimismo, ha habido una gran dificultad para las compañías legales de cannabis: en julio de 2018, las regulaciones obligaron a las empresas a volver a etiquetar los productos de cannabis, lo que exigía que las tiendas retiraran los productos de los estantes, volviéndolos no vendibles. A medida que el Estado continúa desarrollando normas sobre el cannabis, no es sorprendente que los empresarios estén luchando para adaptarse. El BCC entiende estas dificultades, sostiene Traverso, y están haciendo todo lo posible para ayudar.
Puedes llamar a un abogado
Marc Wasserman es un abogado que defiende los derechos de quienes han sido acusados erróneamente por cargos de cannabis. Se unió a su hermano Craig para formar Pot Brothers at Law. Luchan contra la prohibición y presionan por los derechos de las personas.
Wasserman es un abogado de la vieja escuela en materia de cannabis. Lleva litigando más tiempo que el que la regulación ha estado vigente. En consecuencia, tiene mucha experiencia en el negocio de cannabis ilegal:
“Francamente [el mercado legal], está excesivamente regulado y sobrecargado, lo que lleva a los consumidores a ir al mercado negro, mucho más barato. [Los distribuidores] pueden socavar todos los negocios de licencias porque no están siendo [sujetos] por la regulación e impuestos”.
Estos puntos se potencian por el hecho de que el cannabis legal no se trata como un negocio normal:
Wasserman ofrece un ejemplo de un negocio regular con una secretaria. Si ese negocio le está pagando 30,000 dólares al año a la secretaria, puede declarar esa cifra quedaría exenta de impuestos. Sin embargo, a las empresas legales de cannabis no se les otorgan tales privilegios. Todo lo que tocan las plantas debe ser declarado y sujeto a impuestos, incluso cosas como el trabajo administrativo.
En este sentido, cuanto más profundamente se investigan las complicaciones que debe enfrentar una persona para tener un negocio legítimo de cannabis, parece mucho más atractivo operar en el cannabis ilegal.
Wasserman también afirma que no hay suficiente mano de obra o fondos para hacer cumplir la ley y detener a quienes manejan el mercado ilícito. Claro, la policía de California efectúa algunas detenciones de vez en cuando, pero al final del día, son solo una pequeña fracción del panorama general.
No importa lo que los legisladores intenten hacer para detener el mercado negro, lucharán contra este para siempre ¿La razón? Personas como Heraty: pacientes médicos que necesitan cannabis a un costo asequible. A pesar de que no está seguro de cuánto tiempo seguirá comprando a los distribuidores, espera poder entrar algún día a una tienda y obtener su medicamento de manera adecuada.
“No disfruto de comprar ilegalmente cannabis. He visto las tiendas y son muy atractivas. He visto los menús y la gran cantidad de opciones que ofrecen estos lugares ¡Es maravilloso! Si pudiera pagarlo, estaría en esas tiendas todo el tiempo. Es lamentable que el Gobierno de California esté más preocupado por obtener su parte del negocio en lugar de proporcionar a sus residentes un servicio asequible”.
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Referencia: hightimes
Imágenes: konbini , potheadtv , eldiariodecoahuila