¿Realmente disminuiría la violencia en México con la legalización del cannabis?
Por DiosaVerde.org
Diversos factores indican que la legislación de la marihuana en México es casi un hecho. La realización del foro temático, llevado a cabo en Cuernavaca Morelos en materia de política de drogas y pacificación, en el marco del Pacto de Reconciliación Nacional, cuya concurrencia incluyó 50 especialistas entre los que destacaron miembros de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) y diversos expertos en temas de adicciones, es un claro indicio de que se definen los lineamientos.
Por supuesto que en el evento se habló del tema de la inseguridad en México. Alfonso Durazo, quien será secretario de Seguridad Pública, se ha declarado a favor de la legalización. Y si bien muchas opiniones simpatizan con que la regulación de la marihuana y de la amapola con fines medicinales reducirá la violencia perpetrada por la delincuencia organizada desde hace varias décadas, hay opiniones contrarias. Alejandro Defassiaux, presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada y autor del libro Cómo poner un alto a la inseguridad en México, opina que “que la despenalización no es la panacea en materia de seguridad”.
Por una parte, México está muy rezagado en su propuesta de legalización, pues justo en estos momentos la marihuana es legal en gran parte del territorio estadounidense, principal cliente de la hierba ilícita que se cultiva en México. Asimismo, es muy probable que la regulación del cannabis en Estados Unidos, quede de manera federal en un futuro no muy lejano.
Sí; la causa principal de aprobar la iniciativa de legislación es debilitar los ingresos de los cárteles, pero desde varios años, estos grupos ya no sólo se dedican al tráfico de cannabis. Ahora mismo secuestran, extorsionan, roban combustible y comercializan cocaína y otras drogas. Tales actividades son igual o quizás más lucrativas que vender marihuana a un mercado cada vez más reducido. En este sentido, regular y controlar el cannabis no sería la varita mágica que acabe con la inseguridad.
De acuerdo con Defassiaux, el control gubernamental del cannabis “aliviará algunas aristas, como el hacinamiento carcelario, pues todos aquellos consumidores de marihuana ya no serán criminalizados”; por tanto, los esfuerzos de las autoridades de Seguridad Pública estarían más concentrados en delitos de alto impacto. Sin embargo, esto no será la causa “de que los criminales, que ya hicieron su modus vivendi con la extorsión y el secuestro”, abandonen sus actividades delictivas. Para ello, hace falta más que una regulación de cannabis.
Por otra parte, Guillermo Valdés Catellanos, quien fuera director Cisen, (Centro de Investigación y Seguridad Nacional) durante el mismo sexenio en que se declaró la Guerra por el Narcotráfico en 2006 por Felipe Calderón, afirmó en entrevista para Radio Fórmula que “el narcotráfico habrá perdido una fuente de ingresos, uno de sus productos que produce y comercializa, pero el resto (cocaína, heroína, metanfetaminas) siguen siendo ilegales y por tanto el mercado y el narcomenudeo seguirán existiendo en nuestro país”.
No obstante, “sí ayudará a que los policías ya no cometan abusos en contra de jóvenes que consumen la hierba”. Además, también disminuiría un poco el índice de delincuencia, tomando en cuenta que muchos consumidores de marihuana que han sido encarcelados, se convierten en criminales más peligrosos en las prisiones.
Concluyendo, para acabar con la inseguridad en México, no sólo es necesario la legalización del cannabis, sino tal vez incluir otras drogas, así como eliminar la corrupción e impunidad y reformar la estructura de las fuerzas del orden público, lo cual se plantea con la creación de la nueva Guardia Nacional. Por lo tanto, aún falta mucho camino por recorrer.
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Fuentes: altonivel, sdpnoticias