7 errores comunes al cocinar con marihuana ¡Evítalos!

Por DiosaVerde.org

Cocinar con cannabis es un arte que se perfecciona con el tiempo. Aquí te presentamos 7 errores comunes al preparar recetas comestibles con cannabis y cómo evitarlos.

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1. Gastar demasiado dinero en flores para comestibles de cannabis

  • Solución: un poco hace mucho.

Existen muchas personas que agregan media onza de cannabis (14 g) en una olla de cocción lenta, pensando que esa es la cantidad de cannabis que se necesita para hacer una taza de mantequilla infundida. Para evitar estos errores, te sugerimos recordar esta relación:

· 1 = 1: 1 taza de aceite por 1 taza de cannabis molido (aproximadamente de 7 a 10 gramos).

Los lípidos en el aceite solo pueden unirse con los cannabinoides en esta proporción, por lo que excederla añadiendo más cannabis es un desperdicio.

2. Agregar cannabis molido directamente en la olla de cocción lenta

  • Solución: descarboxilar primero el cannabis.

Antes de cocinar con cannabis, debes descarboxilarlo. Primero, seamos claros: no arrojes flores crudas inactivadas a tu masa o mezcla. No solo sabrá mal, sino que evitará que los cannabinoides se activen por completo y se unan a los lípidos. Eso significa que no sentirás nada y solo habrás logrado desperdiciar cannabis.

Si bien muchas personas saben descarboxilar cannabis en el horno, vale la pena señalar el punto de hacerlo, puedes omitir este paso y agregar tu cannabis crudo a la olla de cocción lenta para infusionar aceite, pero es posible que este remojo de aceite más largo simplemente empeore el sabor de tu aceite cannábico. También es más difícil controlar la temperatura en una olla de cocción lenta y corres el riesgo de quemar los cannabinoides esenciales. En cambio, en un horno, puedes establecer la temperatura baja y mantenerla estable. Si deseas saber cómo descarboxilar, consulta este artículo.

3. Calentamiento y descarboxilación a temperaturas incorrectas

  • Solución: conoce a qué temperatura y por cuánto tiempo calentar el cannabis y la mantequilla cannábica

No solo es crucial descarboxilar tu cannabis antes de cocinarlo, sino que debes descarboxilarlo correctamente. Eso significa ajustar su horno a la temperatura correcta, dejar que se caliente lo suficiente y mezclarlo. En general, los puntos básicos para descarboxilar son:

  • Calienta el horno a 245 ° F (120 ° C)

  • Cocina por 30 a 40 minutos.

  • Mezcla los brotes cada 10 minutos.

Si tienes poco tiempo, puedes configurar el horno a 300 ° F (150 ° C) y cocinar durante 10 a 18 minutos, revolviendo cada cinco minutos, pero el método lento y bajo siempre es mejor.

Al remojar el cannabis molido en aceite, trata de mantener una temperatura entre 160-200 ° F (71-93 ° C, temperatura baja o media en una olla de cocción lenta). Usa un termómetro para verificar la temperatura y deja que se cocine durante aproximadamente tres horas sin tapa.

4. Moler tu cannabis en polvo

  • Solución: usa un grinder o molino manual para obtener una molienda más gruesa.

¿Alguna vez te preguntaste por qué tus comestibles tienen un fuerte sabor a hierba? La molienda de tu cannabis puede ser demasiado fina. Pulverizar tu cannabis con un procesador de alimentos o un molinillo de café hasta que sea un polvo causa:

  • La introducción de clorofila en tu aceite, dándole un fuerte sabor a hierba.

  • Que la mantequilla o el aceite se vuelvan verdes (lo que puede parecer atractivo, pero comprometer el sabor).

  • Que sea imposible filtrar material vegetal no deseado y de mal sabor.

Una vez que tu cannabis se haya descarboxilado en el horno, tritúralo con un molinillo de mano. Los cannabinoides se encuentran fácilmente en las grasas del aceite, y una molienda gruesa que absorbe eficazmente sin tirar del material vegetal no deseado.

5. Colar incorrectamente el aceite

  • Solución: colar con una gasa y dejar que la gravedad haga el trabajo

Una vez que hayas infundido tu aceite, es hora de filtrar el material vegetal. La tela de queso a menudo se recomienda porque permite que el aceite pase mientras separa el material vegetal molido, pero solo si dejas que la gravedad haga el esfuerzo por ti. No aprietes la gasa para sacar cada gota de aceite. Ordeñarlo de esta manera sacará un poco más de aceite, pero mucho más material vegetal.

6. Incorporar muy poco aceite en tus platillos, o, tal vez, demasiado.

  • Solución: prueba la potencia del aceite antes de incorporarlo a un plato.

Comer comestibles caseros no tiene que ser como la ruleta rusa. Puedes realizar una “prueba de cadena” de antemano para medir la cantidad de aceite infundido que necesitarás en tu receta, en función de la potencia:

  • Toma 1/4 o 1/2 cucharadita de tu aceite como una dosis personal y agrégalo a una comida o bebida. Espera una hora y mira cómo te sientes. Esto te ayudará a determinar cómo sería una dosis única adecuada. Una vez que hayas determinado la cantidad de aceite que produce los efectos deseados, puedes hacer un lote para compartir (un pastel, una pizza, etc.). O simplemente pon esa dosis perfecta en cada plato individual (si infundes un plato de pasta, una taza de café, una tostada, etc.).

7. Distribución desigual de la potencia en un lote infundido    

  • Solución: revuelve bien. Muy, muy bien.

Todos hemos pasado por esto: hiciste un lote perfectamente bueno de mantequilla cannábica para tus brownies , pero después de comer una pieza entera, no sientes nada. Así que viene otro y aún no sientes nada. Sin embargo, tu amigo comió medio y está en algún lugar del cosmos ¿Qué pasó?

Probablemente no mezclaste la masa lo suficientemente bien. Si preparas un lote de alimentos infundidos, revuelve como si tu vida dependiera de ello. Esto asegurará que el aceite se distribuya uniformemente en todo el lote y que tu dosis perfecta llegue a cada porción individual.

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Fuentes: diosaverde, leafly.