¿Es la marihuana actual realmente más fuerte que en los años 60?
Por DiosaVerde.org
La hipótesis de que la hierba actual es más fuerte que la que fumaban nuestros padres y abuelos es uno de los postulados favoritos del movimiento contra el cannabis. Según estos opositores, el aumento de la potencia también aumenta el riesgo de daño cerebral, psicosis, adicción y pereza. Sin embargo, ¿es la marihuana de hoy realmente más fuerte, y qué, exactamente, queremos decir con “más fuerte”?
Casi todos equiparan la fuerza o potencia de la marihuana con su contenido de tetrahidrocannabinol o THC, el compuesto responsable de las propiedades psicoactivas, por lo que este paralelo tiene sentido. No obstante, como estamos empezando a descubrir, el THC es solo un componente del cannabis que hace que la gente se ilumine.
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Hierba ilegal vs hierba legal
Es cierto que los niveles de THC en la hierba han aumentado desde los años 60. En aquel entonces, cultivar marihuana no era el arte o la ciencia en que se ha convertido hoy. La ciencia una vez fue increíblemente mala, y los productores clandestinos durante el movimiento de contracultura estaban más preocupados por producir brotes secos en volumen y no en calidad. Pero lo que ahora se llama schwag, o guarumo, está desapareciendo rápidamente a medida que la legalización se afirma y los consumidores exigen cogollos potentes sobre cualquier cosa.
En términos de números, el schwag o guarumo generalmente solo contienen entre 1 y 5 por ciento de THC. Algunas de las malas hierbas más sucias de calidad ligeramente superior, media o intermedia, generalmente alcanzan entre 5 y 10 por ciento de THC. Y el tipo de capullo exuberante y fragante que encontrarás en las tiendas de marihuana legales de hoy oscila entre el 15 y 30 por ciento de THC. Entonces, sí, la marihuana disponible hoy, especialmente en los mercados legales, contiene mucho más THC que la que fumaban nuestros padres y abuelos.
La transición
¿Cómo pasamos del 1 por ciento de THC al 30 por ciento de hoy? Hay dos partes en esa respuesta. La primera parte es que los cultivadores y productores se volvieron más inteligentes al preservar el THC en la marihuana. La temperatura ambiente de crecimiento, los procesos de curado e incluso los tipos de envases utilizados para almacenar el cannabis contribuyen a los niveles de THC en el producto final.
La segunda parte involucra la cría y la genética. Los criadores descubrieron hace décadas (si no siglos) que si se cruzan plantas que naturalmente producen una gran cantidad de THC, la descendencia también tiende a producir más THC. Esto se debe a los genes involucrados en la producción de THC: las cepas de cannabis que contienen más copias de esos genes producirán más THC que las cepas que contienen menos copias de esos mismos genes. Tenemos la hierba rica en THC que tenemos hoy debido a años de cría selectiva en ambientes interiores. La mayor parte de esa reproducción tuvo lugar en secreto, pero ahora se está haciendo al aire libre, con universidades e incluso agencias gubernamentales que ayudan en lugares que legalizaron la hierba.
Nuevos descubrimientos
Aún hay más en esta historia que solo THC. De hecho, la fijación del THC puede haber llevado al cannabis a ser menos potente de alguna manera. El año pasado, los químicos italianos descubrieron un nuevo cannabinoide, el THCP, que podría ser hasta 30 veces más fuerte que el THC. Sin embargo, los científicos no han probado este cannabinoide en humanos, por lo que solo podemos inferir esta fuerza en función de la capacidad del THCP para unirse más estrechamente al receptor celular responsable de ponernos eufóricos que el THC.
Hasta ahora, solo conocemos una cepa de cannabis medicinal que produce THCP. Pero es completamente posible que otras cepas en todo el planeta también produzcan este cannabinoide. Sin embargo, dado que el THCP no se prueba ampliamente en los laboratorios, no tenemos idea de qué plantas pueden estar produciendo este nuevo cannabinoide.
Además, hay evidencia de que los terpenos, los compuestos aromáticos que le dan a la hierba sus aromas y sabores característicos, también contribuyen a los efectos psicoactivos del cannabis. Aunque algunos estudios sugieren que los terpenos no activan los receptores cannabinoides en nuestros cuerpos, investigaciones recientes de lugares como la Universidad de Arizona afirman lo contrario. Dentro de las industrias de marihuana legales del estado, los terpenos se han convertido en una poderosa herramienta de marketing para darles a los consumidores una idea de qué tipo de efecto puede producir un producto de marihuana en particular.
Y a medida que los científicos acaban de comenzar a descifrar los secretos de los cannabinoides y los terpenos, los estudios sobre otro componente del cannabis, llamados flavonoides, también están empezando a modificar el juego. Por ejemplo, dos flavonoides en la hierba llamados cannflavina A y cannflavina B, pueden ser 30 veces más potentes como analgésicos que la mayoría de los medicamentos de venta libre como el ibuprofeno o el naproxeno. Si esto es cierto, entonces la cannflavin B, y no el THC o el CBD, puede ser el componente analgésico más fuerte del cannabis.
Conclusión
Una vez más: cuando hablamos de la potencia de la hierba, ¿de qué estamos hablando exactamente? Si solo nos quedamos con las propiedades psicoactivas, ¿de qué tipo de hierba estamos hablando? O ¿puede la potencia relacionarse con otros efectos de la planta en nuestra mente y cuerpo, como su capacidad para controlar el dolor crónico o su capacidad para hacernos sentir hambre, o no hambre, o ayudarnos a dormir? Si estamos fumando hierba para frenar nuestra ansiedad, ¿significa la potencia cuán efectiva será una cepa para deshacerse de esa ansiedad o empeorarla?
Sí, esto es todo semiótico. Pero las palabras tienen poder, y si vamos a decir que “esto es hierba fuerte” o “qué hierba es débil”, también deberíamos calificar lo que significa la palabra “fuerte” incluso si estas declaraciones e investigaciones tienen algún significado duradero. Dicho esto, los fumadores de la década de 1960 deberían estar orgullosos de cuánto ha evolucionado el movimiento del cannabis y la planta en sí.
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Referencias: onlinelibrary
Imágenes: libertaddigital, elmundo, cannabis24