Estancamiento de licencias en Canadá obstruye la investigación de cannabis
Por DiosaVerde.org
A pesar de que el gobierno canadiense se esfuerza por responder a un exceso de solicitudes de licencias para investigación del cannabis, la larga fila de los solicitantes (que llegaba a 251 a fines de julio) y los largos meses de espera, han sido frustrantes para los científicos interesados en las posibilidades terapéuticas de la hierba.
Asimismo, el estancamiento está provocando severas críticas a Health Canada, la agencia con sede en Ottawa encargada de emitir los permisos.
“Todo el mundo está cultivando, consumiendo y comprando [cannabis], pero los laboratorios todavía están: ¿Cómo hacemos para que estos proyectos funcionen? El sistema [de licencias] está inundado, y la investigación no es exactamente, creo, una prioridad”, explica Jonathan Page, director científico de Aurora Cannabis en Edmonton, uno de los productores de marihuana con licencia en Canadá.
Por su parte, Health Canada informa que está comprometido con la investigación e intenta acelerar los procesos de licencias. Sin embargo, el genetista de plantas de la Universidad de Lethbridge, Igor Kovalchuk, quien comenzó a estudiar el cannabis bajo las regulaciones que clasifican a la planta como narcótico, antes de que fuera legalizada para fines recreativos, afirma que el proceso “es increíblemente lento, mucho más lento de lo que solía ser. El 17 de octubre de 2018 es cuando las cosas se desaceleraron tremendamente”.
Esa fecha marcó la promulgación de la Ley de Cannabis, que convirtió a Canadá en la segunda nación (después de Uruguay) en legalizar la marihuana recreativa.
Si bien algunos investigadores canadienses estudiaron previamente el cannabis bajo severas restricciones y posteriormente las regulaciones que acompañan la legalización presumiblemente le darían a la comunidad científica más libertad para cultivar la planta, e investigar sus propiedades, esto no ha sido posible, ya que desde octubre de 2018, Health Canada repentinamente se enfrentó a una tarea masiva: procesar decenas de nuevas solicitudes de licencias de investigación, sin mencionar cientos de otras peticiones provenientes de posibles productores, procesadores y otros solicitantes no involucrados en la investigación.
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Aunque el cannabis ahora es legal para fines recreativos, no está disponible sin restricciones: las regulaciones que implementa la Ley de Cannabis dictan un sistema estricto que controla su producción, distribución, venta y su uso en laboratorios de investigación. Los nuevos solicitantes de investigación deben documentar las cantidades de cannabis que planean recibir o cultivar, presentar planos que ilustren las características de seguridad requeridas y explicar cómo van a destruir cualquier resto de cannabis al final de un proyecto. Todo esto, además, con dos testigos esperando para dar fe de la destrucción.
A medida que Health Canada se enfrenta a esta avalancha de nuevas aplicaciones, y a las curvas de aprendizaje de los solicitantes, también ha tenido que migrar a su nuevo sistema de licencias en línea arrastrando muchos permisos de investigación preexistentes.
“Lo siento por Health Canada. Se les ha entregado una tarea casi imposible”, dice Michael Dixon, de la Universidad de Guelph, quien estudia cómo la luz y los nutrientes afectan el crecimiento del cannabis y otras plantas.
La Agencia está procesando solicitudes “lo más rápido posible”, dijo un portavoz de Health Canada en un comunicado, que señaló que había aumentado a 140 el número de empleados que ahora trabajan con solicitudes de licencias de cannabis de todo tipo, y ha comenzado a clasificarlas basándose en el riesgo de las aplicaciones de investigación, por lo que un investigador que realice un solo proyecto con una pequeña cantidad de cannabis, por ejemplo, probablemente pasará por una revisión acelerada.
El mes pasado, después de que un artículo de la organización de noticias canadiense CTV revelara las largas esperas para obtener licencias de investigación, la agencia comenzó a hacer anuncios semanales de los nuevos permisos de investigación que había otorgado: 15 se emitieron en la semana que terminó el 16 de agosto, trayendo el total a 113 desde octubre de 2018. 45 de ellos desde el 12 de julio.
“Esperamos que el número semanal crezca en las próximas semanas”, admite el portavoz de Health Canada. Su objetivo: un tiempo de respuesta de 42 días para licencias de investigación para proyectos individuales, y un tiempo de respuesta de 180 días para licencias cuyo propósito sea realizar múltiples protocolos de investigación.
Lo incongruente de la legalización
Sin embargo, la ironía de esperar meses para obtener permisos y estudiar el cannabis, incluso en cantidades de microgramos, mientras que la gente puede fumarlo en abundancia no es algo que se les escape a los posibles investigadores.
“Entiendo la necesidad de controlar lo que le sucede a este producto, pero tiene que haber una diferencia entre, ‘¿Vas a producir 600 kilogramos al año o vas a administrar un par de gramos en un proyecto de investigación?’”, se queja Bertrand Sager, un estudiante graduado de la Universidad Simon Fraser en Burnaby, quien en junio solicitó una licencia para estudiar los efectos del cannabis en el comportamiento de conducción, utilizando simuladores. Su estudio inicial involucraría a 90 participantes y usaría un total de 22.5 gramos de cannabis.
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Fuentes: sciencemag.