Estudio reciente brasileño: el aceite de CBD es efectivo para tratar diversos síntomas de autismo
Por DiosaVerde.org
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 1 de cada 160 niños sufre de trastornos del espectro autista (TEA), un término amplio utilizado para describir una serie de comportamientos que nuestra sociedad ha considerado “aberrantes”. Cabe señalar que, además, el TEA se hizo famoso y se diagnosticó más ampliamente al mismo tiempo que el uso de cannabis medicinal se legalizó en Estados Unidos.
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Más que una coincidencia, el momento solo significaba que probablemente era inevitable que la marihuana se usara para tratar y “controlar” el autismo, el cual no tiene una “cura” conocida, pero también existe el hecho práctico y destacado de que, según muchísima evidencia anecdótica, el aceite de cannabis rico en CBD parece ayudar.
Entretanto, un creciente grupo de investigación clínica que atestigua el éxito del cannabis en el tratamiento del autismo continúa expandiéndose. En este nuevo estudio, publicado en el número más la revista Frontiers in Neurology, los pacientes con autismo que recibieron aceite de CBD mostraron grandes mejoras en la interacción social y la comunicación, así como otros beneficios neurológicos. En dicho estudio puede leerse:
“Los resultados son muy prometedores, e indican que el [cannabis] enriquecido con CBD puede mejorar múltiples síntomas [del trastorno del espectro autista] incluso en pacientes no epilépticos, con un aumento sustancial en la calidad de vida de ambos … pacientes y cuidadores”.
Los primeros medicamentos farmacéuticos a base de cannabis permitidos tanto en Estados Unidos como en México han sido para tratar a niños con epilepsia severa. Las condiciones en el cerebro que conducen a ataques epilépticos también pueden estar relacionadas de alguna manera con las condiciones (o “mecanismos etiológicos”, en el lenguaje investigador) que conducen al autismo no epiléptico).
El cannabidiol (CBD) parece tratar estas afecciones, pues ha demostrado tener propiedades neuroprotectoras, una intervención que permite que el cerebro funcione mejor, así como cualidades antiinflamatorias. Por lo tanto, hay algo de lógica, así como ciencia, detrás de este enfoque.
En este estudio más reciente, investigadores brasileños monitorearon el progreso de 18 pacientes con autismo durante un período de hasta nueve meses. Cada uno de los pacientes recibió un extracto de cannabis sativa rico en CBD con una proporción de CBD a THC de 75 a 1. Los pacientes recibieron 4.6 miligramos de CBD por kilogramo de peso corporal a 0.06 miligramos de THC, una dosis no insignificante para alguien que pesa más de 45 kilos.
Debido a “efectos adversos”, tres pacientes interrumpieron el tratamiento durante el primer mes, pero de los 15 que continuaron, 14 mostraron “algún nivel de mejora” en múltiples categorías de síntomas.
Nueve de los pacientes (los que no tenían epilepsia ni autismo), mostraron una “mejoría igual o superior a 30 por ciento” en al menos una de las categorías monitoreadas, y cuatro mostraron una mejoría significativa en al menos cuatro categorías, incluyendo interacción social y función, así como la capacidad de dormir y mantenerse enfocado.
Es difícil decir con certeza si el CBD estaba haciendo el trabajo o si simplemente era un engrane haciendo su parte, pero, como señalaron los investigadores, 10 de los 15 pacientes estaban tomando otros medicamentos antes de comenzar el estudio, y nueve de los 10 aún mostraron mejoría después de eliminar o reducir sus otros medicamentos libres de cannabis.
De hecho, la industria farmacéutica parece ser muy consciente de este potencial, pues Sanjay Gupta informó en septiembre a CNN que GW Pharmaceuticals, quien patenta y comercializa Epidiolex, el medicamento para niños epilépticos, también está trabajando en el desarrollo de un medicamento derivado del cannabis que se usaría para tratar el autismo.
El entusiasmo aún no es compartido
Sin embargo, los médicos e investigadores cuyo trabajo ha sido tratar el autismo a través de métodos convencionales, no muestran el mismo entusiasmo que los investigadores brasileños. La Fundación para la Ciencia del Autismo, por ejemplo, dice en su sitio web:
“Hasta la fecha, existe una investigación limitada y no hay evidencia sobre los posibles riesgos y beneficios a corto plazo o a largo plazo o del desarrollo neurológico de la marihuana medicinal o sus compuestos relacionados con el autismo”.
Claro. No están completamente equivocados, pues es necesario realizar más pruebas y ensayos clínicos exitosos, incluida la dosificación estandarizada, antes de que los expertos puedan respaldar dicho tratamiento, pero también parece claro que muchos padres y cuidadores no están dispuestos a esperar y están felices de probar el cannabis. Es por eso que un número creciente de estados donde el cannabis medicinal es legal, incluido Texas, permiten que los pacientes con autismo accedan al aceite de CBD.
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Fuentes: observer, who, healtheuropa, ncbi, cnn.
Fuente de la imagen: lasexta, cannabismagazine.