Estudio reciente demuestra que el cannabis es 30 veces más efectivo que la aspirina
Por DiosaVerde.org
Investigadores de la Universidad de Guelph, en Ontario, Canadá se convierten en los primeros en descubrir cómo la planta de cannabis crea moléculas importantes con la facultad de aliviar el dolor y que son 30 veces más potentes que la aspirina para reducir la inflamación.
El descubrimiento, libera el potencial de crear un tratamiento para el dolor derivado de forma natural que ofrezca un alivio potente sin el riesgo de adicción a otros analgésicos.
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“Existe claramente la necesidad de desarrollar alternativas para el alivio del dolor agudo y crónico que vallan más allá de los opioides”, explica el profesor Tariq Akhtar, del Departamento de Biología Molecular y Celular, quien además trabajó en el estudio que descubrió estas propiedades del cannabis junto con el profesor Steven Rothstein.
“Estas moléculas no son psicoactivas y se dirigen a la fuente de la inflamación, por lo que son analgésicos ideales”.
La investigación ha recibido una amplia cobertura mediática, con historias que aparecen en The Toronto Star, The Miami Herald, CTV Newsy otros medios de comunicación. El estudio, fue publicado en la edición de agosto de la revista Phytochemistry.
Mediante una combinación de bioquímica y genómica, los investigadores pudieron determinar cómo el cannabis produce dos moléculas importantes: la cannflavina A y cannflavina B.
Conocidas como “flavonoides”, las cannflavinas A y B se identificaron por primera vez en 1985, cuando la investigación verificó que proporcionaban beneficios antiinflamatorios 30 veces más efectivos gramo por gramo que el ácido acetilsalicílico (aspirina).
Sin embargo, una mayor investigación sobre las moléculas se detuvo por décadas, en parte porque la investigación sobre el cannabis estaba altamente regulada. Sin embargo, con el cannabis ahora legal en Canadá y la investigación genómica muy avanzada, Akhtar y Rothstein decidieron analizar el cannabis para comprender cómo es que el cannabis sativa biosintetiza las cannflavinas. En este contexto, Akthar comenta:
“Nuestro objetivo era comprender mejor cómo se hacen estas moléculas, lo cual es un ejercicio relativamente sencillo en estos días. Hay muchos genomas secuenciados que están disponibles públicamente, incluido el genoma del cannabis sativa, que se puede extraer para obtener información. Si sabes lo que estás buscando, uno puede dar vida a los genes, por así decirlo, y reconstruir cómo se ensamblan moléculas como las cannflavinas A y B”.
Con la información genómica a la mano, aplicaron técnicas clásicas de bioquímica para verificar qué genes de cannabis se requerían para crear cannflavinas A y B. Estos hallazgos brindan la oportunidad de crear productos naturales para la salud que contengan estas moléculas importantes.
“Poder ofrecer una nueva opción de alivio del dolor es emocionante, y estamos orgullosos de que nuestro trabajo tenga el potencial de convertirse en una nueva herramienta en el arsenal de alivio del dolor”, afirma Rothstein.
Actualmente, quienes padecen dolor crónico, a menudo necesitan usar opioides, que funcionan bloqueando los receptores del dolor cerebral, pero conllevan el riesgo de efectos secundarios significativos y adicción. Las cannflavinas atacarían el dolor con un enfoque diferente, al reducir la inflamación.
“El problema con estas moléculas es que están presentes en el cannabis a niveles tan bajos que no es factible tratar de diseñar la planta de cannabis para crear más de estas sustancias. Ahora estamos trabajando para desarrollar un sistema biológico y crear estas moléculas, lo que nos daría la oportunidad de diseñar grandes cantidades”, explica Rothstein.
El equipo de investigación se ha asociado con Anahit International Corp., una empresa con sede en Toronto que ha licenciado una patente de la Universidad de Guelph para biosintetizar las cannflavinas A y B fuera de la planta de cannabis.
Al respecto, Darren Carrigan, director de Operaciones de Anahit, se muestra positivo:
“Anahit espera trabajar estrechamente con investigadores de la Universidad de Guelph para desarrollar medicamentos antiinflamatorios efectivos y seguros a partir de fitoquímicos de cannabis que brinden una alternativa a los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos.
“Anahit comercializará la aplicación de cannflavina A y B para que sea accesible a los consumidores a través de una variedad de productos médicos y deportivos como cremas, píldoras, bebidas deportivas, parches transdérmicos y otras opciones innovadoras”.
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Fuentes: news.ouguelph, ouguelph, sciencedirect.