Estudio reciente sugiere que el consumo habitual de cannabis altamente potente puede generar trastornos psicóticos

Por DiosaVerde.org

Conforme la legalización alcanza a más estados de la Unión Americana, el mercado de cannabis debe adaptarse a las tendencias de sus consumidores: nuevos productos emergen y se desarrollan nuevas cepas. Sin embargo, la hierba también representa riesgos para la salud, especialmente ahora que las concentraciones de THC son mayores y se consume con mayor regularidad. De acuerdo con un estudio reciente, esta combinación podría generar episodios psicóticos.

Si bien una investigación anterior reveló que el consumo de marihuana podría causar esquizofrenia y trastornos psicóticos, otra más reciente, publicada en The Lancet Psychiatry, agrega que el empleo frecuente, sobre todo de variedades cuyos contenidos de THC son altamente potentes, aumenta el riesgo de psicosis.

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Los trastornos psicóticos son trastornos mentales graves que causan ideas y percepciones anormales. Las personas con psicosis pierden el contacto con la realidad. Dos de los síntomas principales son delirios y alucinaciones. La esquizofrenia, por ejemplo, es un tipo de trastorno psicótico.

“Esta evidencia demuestra aún más que el vínculo entre el cannabis y la psicosis es importante”, dice Krista M. Lisdahl, neuropsicóloga clínica de la Universidad de Wisconsin, Milwaukee, quien a pesar de no haber participado en el estudio es una especialista en el tema.

Los autores del estudio clasifican al cannabis de alta potencia como aquel con 10 por ciento o más de tetrahidrocannabinol (THC), el compuesto responsable de los efectos psicoactivos. El hecho de que el consumo de productos de cannabis con alto contenido de THC tenga un mayor riesgo, es preocupante, pues estos productos son ahora más comunes en el mercado.

La investigación también sugiere que tres ciudades europeas: Londres, París y Ámsterdam, donde la hierba de alta potencia está más disponible, en realidad tienen tasas más altas de nuevos casos de psicosis, en comparación con las otras ciudades incluidas en el estudio.

El método

Los investigadores identificaron a 901 personas de 18 a 64 años de edad que fueron diagnosticadas con un primer episodio de psicosis entre mayo de 2010 y abril de 2015, en centros de salud mental ubicados en 11 ciudades, entre los que destacan Londres, París, Ámsterdam, Barcelona, otras ciudades de Europa y una en Brasil.

Posteriormente, los investigadores cuestionaron a estos individuos y a un grupo de control de más de 1,200 personas sanas sobre sus hábitos, incluido el consumo de marihuana.

“Le preguntamos a la gente si consumía cannabis, cuándo empezaron a usarlo y qué tipo de cannabis”, explica Marta Di Forti, autora del estudio, psiquiatra y científica clínica del King’s College de Londres.

Las personas informaron los nombres de las cepas de cannabis que utilizaron, como la Skunk británica o la Nederwiet holandesa. Esto permitió a los investigadores identificar el contenido de THC en cada variedad a través de los datos recopilados por el Centro Europeo de Control de Drogas y Drogadicción, así como mediante los datos nacionales en los diferentes países.

Los resultados

El estudio encontró que aquellos que consumían cannabis diariamente, tenían tres veces más probabilidades de tener un episodio psicótico, en comparación con quienes nunca habían usado la hierba.

Los consumidores que iniciaron a los 15 años (o menos) tenían un riesgo un poco más elevado que quienes comenzaron a consumir en años posteriores.

Por otro lado, el cannabis de alta potencia casi duplicó las probabilidades de causar psicosis, comparado con quien que nunca había fumó la hierba, afirma Di Forti.

En cuanto a los consumidores diarios de marihuana altamente potente, el riesgo de psicosis era exponencialmente más grande: cuatro veces mayor que aquellos que nunca habían consumido.

El estudio señala:

“La fácil disponibilidad de marihuana con alto contenido de THC es un fenómeno reciente […] Hace casi 20 años, no había mucho cannabis de alta potencia disponible [en el mercado]”.

Asimismo, una investigación reciente, publicada por los Institutos Nacionales de Salud, mostró que el cannabis de alta potencia está dominando cada vez más los mercados. Reveló que la potencia promedio de la marihuana en Europa y Estados Unidos, en 2017, fue de 17.1 por ciento, en comparación con 8.9 por ciento en 2008.

En este contexto, algunos productos pueden ser incluso más potentes. En los Países Bajos, por ejemplo, el contenido de THC de un producto que ha ganado popularidad, la resina holandesa Nederhasj producida localmente, puede llegar a 67 por ciento. En Estados Unidos, también se han hecho populares en los últimos años los dabs, extracciones de cannabis producidas a través de solventes como el butano o el dióxido de carbono, cuya concentración puede alcanzar hasta 90 por ciento de THC.

“Lo que este artículo ha hecho es realmente bueno, pues observa las tasas de psicosis y el consumo de cannabis en muchos lugares diferentes donde las tasas subyacentes de psicosis son diferentes”, dice Suzanne Gage, psicóloga y epidemióloga de la Universidad de Liverpool, quien escribió un comentario vinculado al estudio en The Lancet Psychiatry.

El estudio descubrió que tres ciudades europeas: Londres, París y Ámsterdam, tenían las tasas más altas de nuevos diagnósticos de psicosis: 45.7 por 100 mil personas al año en Londres, 46.1 en París y 37.9 en Ámsterdam.

En estas ciudades, el cannabis de alta potencia as más accesible y de uso común.

Otras ciudades europeas en España, Italia y Francia representaron menos de 10 por ciento de contenido de THC en los productos de cannabis más populares en el mercado. Estas ciudades también tienen tasas más bajas de diagnóstico de psicosis nuevas, según el estudio.

Un argumento que se opone a la teoría de que el cannabis contribuye al riesgo de psicosis, ha sido que mientras más personas lo consumen en todo el mundo, no ha habido un aumento correspondiente en las tasas de psicosis, explica Gage. Sin embargo, el nuevo estudio muestra que las ciudades donde la marihuana altamente potente es más accesible, tienen una tasa más alta de nuevos diagnósticos de psicosis.

“Ese es un hallazgo muy interesante, y nadie lo había hecho antes”, agrega.

Sin embargo, el estudio no prueba la causalidad, advierte la doctora Diana Martínez, psiquiatra e investigadora de adicciones en la Universidad de Columbia:

“No se puede decir que el cannabis cause psicosis. Simplemente no es compatible con los datos”.

Lisdahl está de acuerdo. Par a mostrar la causalidad, uno tendría que dar seguimiento a las personas a largo plazo, antes de que comenzaran a utilizar la marihuana, años más tarde, cuando tengan sus episodios psicóticos:

“Necesitas gemelos en los estudios, necesitas información genética”, entre otros tipos de datos. Los trastornos psicóticos, como la esquizofrenia y el trastorno bipolar, son complicados, [son] trastornos multifacéticos”, señala Gage. En todos los trastornos psicóticos, existe esta hipótesis de éxito múltiple”.

Asimismo, se sabe que la genética juega un papel importante, al igual que una gran cantidad de factores ambientales:

“Los niños que tienen riesgo de esquizofrenia, pero crecen en hogares estables […] pueden no desarrollar esquizofrenia”.

Mientras tanto, los nuevos hallazgos deberían ser de interés para cualquier consumidor de cannabis, explica Di Forti:

“Hay personas en todo el mundo que consumen cannabis por diversos motivos. Algunos de ellos recreativos, otros con fines medicinales. Deben ser conscientes de que consumir cannabis de alta potencia conlleva un riesgo Necesitan saber qué buscar y pedir ayuda si se encuentran con las características de un trastorno psicótico”.

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Fuentes: ncbi.nlm.nih, npr, thelancet, diosaverde, medlineplus

Imágenes: tupsiquiatra.com,mx, quietminds.org