Gobierno neozelandés plantea legalizar el cannabis recreativo, pero no estimulará su mercado

Por DiosaVerde.org

Dispensarios de cannabis en todos los rincones, negocios de marihuana surgiendo en redes sociales, empresas innovando y produciendo infusiones legales de CBD ¿Te suena conocido? Si esperas ver esta tendencia que prevalece en países como Estados y Canadá, en Nueva Zelanda quizás no será posible.

En este país de Oceanía, el gobierno está considerando seriamente el asunto de la hierba. De hecho, el próximo año se realizará un referéndum sobre la legalización del cannabis. Sin embargo, los expertos dicen que es poco probable que esto signifique un auge en el negocio de la marihuana lúdica.

El proyecto de ley restringiría la venta del medicamento a locales autorizados, aunque todavía no hay detalles sobre cómo serán tales lineamientos. Al respecto, el economista principal del Instituto de Investigación Económica, Peter Wilson, afirma que la política del gobierno es reducir el consumo de cannabis y que cualquier mercado futuro probablemente sea pequeño y altamente controlado. El mercado paralelo del cannabis medicinal, por otro lado, probablemente experimentará un crecimiento continuo.

“En el documento del Gabinete están muy claros de que realmente no quieren que se desarrolle un gran mercado comercial. Les preocupa que los operadores comerciales tengan un incentivo para aumentar la demanda y hacer crecer la industria [recreativa]”.

En este punto, la gran pregunta es cómo se emitirían las licencias y a quién, cuestiona Wilson.

“Debido a que la reducción de daños sigue siendo el objetivo, es difícil de ver. Puede terminar siendo a clubes de pequeños consumidores. Sospecho que comenzará muy modesto y creo que el gobierno querrá mantenerlo así”.

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La estrategia del cannabis costoso y sus riesgos

Wilson asume que, si bien el gobierno plantea eliminar las ganancias en el mercado negro, probablemente no querría que el precio de la hierba bajara.

“Esto es interesante, porque parte del precio que se paga en el mercado negro es una prima, porque es ilegal, la cual se eliminará al legalizar [la hierba]. Esto significa que cualquier impuesto tendrá que ser lo suficientemente alto para asegurarse de que el precio no caiga demasiado”, explicó.

El gobierno también limitaría la cantidad de impuestos recaudados, porque si se establecen precios demasiado altos, podría provocar que los consumidores regresen al mercado informal.

“El desafío que enfrentan es no llevarlo a la clandestinidad”, comentó Wilson.

De la investigación realizada en 2017, Wilson estimó que si el cannabis estuviera sujeto a un impuesto especial de 25 por ciento, con un 15 por ciento de GST (bienes y servicios) en la parte superior, el Gobierno podría recaudar 150 mdd.

La vocera de la reforma antidrogas, Chloe Swarbrick, menciona que es importante que la legislación no eche al mercado negro de la ciudad solo para reemplazarlo con marihuana costosa. Swarbrick apoya en cambio un “mercado muy protegido y localizado”.

El documento del Gabinete no indicó cuántas licencias se emitirían, pero sugirió mantener la producción al mismo nivel que ahora y disminuir con el tiempo.

“Esto podría manifestarse a través de un modelo de confianza con licencia”, manifestó Swarbrick.

No obstante, si las licencias se limitaran a un número pequeño, probablemente sería necesario aumentar el precio del cannabis, dijo Wilson.

Índice de consumo bajo

Según la investigación realizada por Wilson en 2016, aproximadamente 11 por ciento de los neozelandeses de 15 años y más consumían cannabis al menos una vez al año. Además, alrededor de 4 por ciento informó que lo consumía semanalmente, y 42 por ciento de la población dijo que lo había usado en algún momento de su vida. Por lo tanto, el consumo no es lo suficientemente frecuente como para ser lucrativo.

“La legalización no sería un gran beneficio económico para el gobierno de Nueva Zelanda”, admite Wilson.

No obstante, Paul Manning, director ejecutivo de la compañía de cannabis medicinal Helius, no descarta que un mercado recreativo pudiera florecer.

La investigación que su firma había encargado estimó que podría desarrollarse un mercado nacional por un valor de 1 mmdd en ventas totales. El cannabis medicinal representó 300 millones, dejando un mercado recreativo que podría valer 700.

La percepción neozelandesa

Helius también ha encargado dos encuestas en los últimos seis meses para determinar las decisiones de votación entre la población en el momento del referéndum.

La encuesta encontró que 52 por ciento de los adultos votaría para legalizar el consumo personal; 37 por ciento votaría en contra, y 11 por ciento se mantendría a raya.

Una encuesta anterior, realizada en octubre ―y que hacía la misma pregunta―, reveló que 60 por ciento votaría para legalizar el consumo personal, 24 por ciento en contra y 16 por ciento permanecería neutral.

Manning afirma que los resultados mostraron un efecto de alarmismo entre los grupos conservadores en cuanto a este tema.

“La mayoría de los kiwis continúan apoyando la legalización del consumo personal del cannabis. Es posible que haya habido mucho ruido político en los últimos días, pero ese hecho estadístico no ha cambiado en seis meses”, explicó.

Nueva Zelanda tuvo la oportunidad de aprovechar su sólida base científica y el costo relativamente barato de realizar pruebas médicas en su beneficio, desarrollando el país como un centro de excelencia en el campo, comentó Manning.

Por su parte, Jim Polston, director científico de Helius, expresó: “Ustedes [los neozelandeses] tienen una base de ciencia agrícola realmente sólida en este país, y esto podría ser realmente un centro de mucha innovación y nuevas empresas en esta área de biotecnología. Hay muchos países que avanzan con productos basados en cannabidiol y THC, y creo que, dentro de tres o cinco años, muchas oportunidades se perderán si se configura un sistema que es demasiado engorroso”.

A pesar de todo, el referéndum también creó una oportunidad en el espacio de bienestar para suplementos de salud sin receta, alimentos, bebidas infusionadas con CBD y cosméticos, dijo Polston.

“Con el consumo de adultos en la esfera recreativa, se abriría el mercado a un producto más que podría no estar incluido en la ley de medicamentos… productos de bienestar que realmente beneficiarían al joven consumidor”.

El director ejecutivo de la compañía de bebidas orgánicas Karma Cola, Chris Morris, dijo que su organización estaría interesada en desarrollar productos con CDB en el futuro.

“Estamos muy interesados en apoyar a los pequeños cultivadores de cannabis, y ahí es donde vemos que Nueva Zelanda debería especializarse en ese producto orgánico de gran calidad. Y nos complace pagar un precio más alto por un suministro justo y transparente”..

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