Guía para realizar un cultivo hidropónico de cannabis
Por DiosaVerde.org
Ya te comentamos en un artículo anterior qué es un sistema hidropónico y sus ventajas: mayor limpieza, ahorro de nutrientes y agua; así como un crecimiento más rápido, entre otras. Asimismo, te habíamos prometido una guía sobre cómo realizar uno.
Para empezar, te comentamos que existen diversos tipos o estilos de cultivo hidropónico; algunos con mayor complejidad y costo que otros. Entre los más básicos y sencillos, están los siguientes dos:
Acuático: Consiste en suspender las plantas sobre el agua empleando una plataforma. Dependiendo del tamaño del contenedor principal, podrás colocar desde una hasta varias plantas.
Flujo y reflujo: Es una versión de cultivo hidropónico donde la gravedad juega un papel importante. El estanque principal contiene el agua con los nutrientes. Una bomba sube el agua desde el mencionado estanque hacia una bandeja independiente donde las plantas son suspendidas como en el sistema acuático. La ventaja es que la bandeja posee una perforación que devuelve al agua excedente con sus nutrientes al estanque principal, para ser bombeada nuevamente y reutilizada.
Cultivo acuático
Nuestro propósito es crear un cultivo sencillo, básico y casero, el cual podrá instalarse en cualquier mesa, el suelo del garaje, algún cuarto, armario o hasta una azotea (siempre y cuando no permitas que la lluvia afecte a las plantas). Para ello, el primer cultivo hidropónico debe ser simple y explicado sin enredos. El cultivo acuático es el que mejor se adapta a estas necesidades. Además, dominando este sistema, te será más fácil cultivar mediante otros procedimientos más técnicos posteriormente.
Procedimiento para elaborar un cultivo hidropónico acuático
1.– Busca un contenedor que se adecue a tus necesidades o que tengas a la mano. Para evitar gastos adicionales adaptaremos el procedimiento a varios tipos de contenedores que seguro tendrás en casa o serán muy fáciles de obtener. Por ejemplo, una cubeta de pintura vacía podría servirte para cultivar una planta grande y frondosa; o bien, una vieja pecera o un recipiente de tamaño similar es útil para cultivar varias plantas más pequeñas. Es importante que sepas que si el recipiente permite el paso de luz, debes pintarlo de negro con espray o envolverlo en bolsas negras. Si los rayos lumínicos solares o artificiales tienen contacto con el agua, podrían generarse algas. Por supuesto, con la cubeta no tendrás estos problemas.
2.- Adapta la plataforma en que irán suspendidas las macetas. Este paso depende de tu contenedor y quizás será lo más difícil al construir tu sistema hidropónico. Si tu recipiente tiene tapa y esta resiste el peso de uno o varios pequeños maceteros, sólo deberás perforar para que este (os) embonen y permanezcan suspendidos sobre el contenedor principal. Suponiendo que cuentas con una pesera, algún contenedor sin tapa o bien si la tapa parece muy frágil o difícil de perforar, podrás colocar una balsa de unicel que flote sobre el agua y cubra toda la superficie. Si el contenedor es una cubeta, sólo deberás hacer una perforación donde puedas insertar un macetero grande. Aprovechando que estás adaptando la plataforma, incluye otra perforación pequeña; aproximadamente del ancho de un dedo. En el paso 4 te diremos para qué servirá.
3.- Elige la bomba de oxígeno de acuerdo al tamaño y características de tu cultivo (una sencilla bomba de pesera será suficiente). En cualquier acuario o tienda especializada de cultivos hidropónicos podrán indicarte cuál se adecua, dependiendo de los litros de agua de tu contenedor.
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4.- Conecta el sistema de aire a la bomba. Casi todas las bombas cuentan con una línea o manguera. Coloca un extremo en la bomba y el otro irá por la perforación pequeña de la plataforma. Para mejores resultados, sella el espacio sobrante entre la manguera y plataforma con silicón negro o alguna cinta adhesiva oscura. Asegúrate que la línea sea lo suficientemente larga para llegar al fondo del contenedor o por lo menos flotar en medio de este. Las burbujas de oxígeno deben alcanzar las raíces de la planta.
5.- Elige la iluminación, dependiendo del tamaño de tu cultivo.
6.- Conecta el sistema de aire a la bomba. Casi todas las bombas cuentan con una línea o manguera. Coloca un extremo en la bomba y el otro irá por la perforación pequeña de la plataforma. Para mejores resultados, sella el espacio sobrante entre la manguera y plataforma con silicón negro o alguna cinta adhesiva oscura. Asegúrate que la línea sea lo suficientemente larga para llegar al fondo del contenedor o por lo menos flotar en medio de este. Las burbujas de oxígeno deben alcanzar las raíces de la planta.
7.- Elige la iluminación, dependiendo del tamaño de tu cultivo.
8.- Llena el contenedor con agua y nutrientes. Esta mezcla conformará la “solución de nutrientes”. Recuerda que en la hidroponía los nutrientes que absorban las plantas vendrán de esta solución y no de la tierra, a diferencia del cultivo tradicional. La proporción y calidad de nutrientes es primordial. En este punto no valdría la pena escatimar recursos y adquirir una buena solución nutritiva en algún establecimiento especializado.
9.- Coloca la plataforma sobre el agua o contenedor. Asimismo, coloca en los agujeros del (los) macetero (s), una planta en cada uno de ellos.
10.- Enchufa la bomba a la corriente.
Aspectos importantes a considerar
Germinación: El cultivo hidropónico es un medio excelente, limpio y ocupa un menor espacio; sin embargo, el proceso de germinación debe realizarse de manera independiente. De acuerdo con algunos manuales, lo mejor es colocar plantas en proceso de maduración temprana (en cuanto las primeras hojas alcancen la típica forma de marihuana, similar a una “mano”) y las raíces puedan tocar el agua.
Macetas y sustrato: Para cultivar hidro se pueden usar macetas de materiales desechables como pet o hasta redes. Lo importante es que la raíz de la planta pueda salir por debajo y alcanzar el agua con los nutrientes. En el caso del pet, algunas perforaciones en la base permitirán que esto sea posible. En todos los métodos hidropónicos, las plantas se colocan en maceteros o jardineras llenos con un sustrato sin valor nutritivo pero con buenas características de aireación, escurrimiento y retención de humedad. Algunos ejemplos son la arcilla expandida, perlita, fibra mineral, vermiculita, fibra de coco, vidrio expandido, arenas y gravillas.
Bomba: La bomba puede ser auxiliada con un timer que la encienda y apague. Demasiado oxígeno podría pudrir las raíces. Algunos testimonios afirman que programando 15 minutos on y 15 off durante el periodo de luz, funciona muy bien. En cuanto al periodo nocturno, 30 de apagado y 15 de encendido es un programa adecuado.
Esperamos que tu primer cultivo hidropónico sea de gran provecho.
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Fuentes: Hogar uncomo, Pevgrow, Hidroponic, Hidroponia casera, Diosaverde.org.