Cómo realizar un lavado de raíces de cannabis para obtener una cosecha más limpia
Por DiosaVerde.org
Lavar las raíces de cannabis es un proceso extremadamente importante para el cultivo, y lo recomendable es hacerlo antes de cosechar tus plantas. Al hacer esto, obtienes grandes ventajas cuando se trata de fumar el producto final. Asimismo, también puedes hacer un lavado de raíces a medio crecimiento de tus plantas para eliminar el exceso de sales y la fertilización excesiva.
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Las plantas obtienen su alimento de sales en fertilizantes, los cuales pueden ser químicos u orgánicos. Cuando mezclamos los fertilizantes con el agua, las plantas los absorben a través de las raíces para luego esparcirlos por la planta. Por lo general, cuando riegas tus plantas de cannabis, el agua y el fertilizante se extienden por todo el suelo y, en algunos casos, el agua puede ser absorbida pero los nutrientes se quedan en el suelo. Es por eso que siempre es recomendable regar con fertilizantes por intervalos para que las plantas puedan absorber correctamente los nutrientes que quedan en el suelo y que no se acumulen.

Las raíces son capaces de absorber líquidos con hasta una cierta cantidad de nutrientes. Piensa en ello como mezclar un poco de chocolate con una cantidad ridícula de leche e intentar drenar la mezcla a través de un filtro de papel; cuanto más polvo contenga la leche, menos leche podrás filtrar a través del papel y, con el tiempo, esto simplemente no sucederá. Si usas demasiados fertilizantes en el agua de riego, tus plantas no podrán absorber nada, ni siquiera el agua. Si esto sucede, las raíces y tierra terminan con una carga de sales de respaldo y eventualmente morirán de sed si este problema no se resuelve. Para solucionar este exceso de sales, deberás lavar las raíces. Luego, una vez que la tierra o el suelo estén secos nuevamente, deberás volver a construirlo con dosis extremadamente pequeñas de fertilizante y poca agua hasta que comience a alimentarse nuevamente. Incluso puedes usar enzimas para revivir raíces viejas y podridas.

Otro problema que a veces puede ocurrir es la fertilización excesiva con nutrientes específicos hasta que las plantas comienzan a mostrar signos de exceso. Hay muchos nutrientes que pueden provocar esta reacción. Los macronutrientes son más propensos a causar tales problemas. Una vez que tus plantas lleguen al período de floración, podrías pensar que usar más fertilizantes creará más brotes, pero esto no es necesariamente cierto. Los signos a tener en cuenta son las hojas de color verde oscuro y las hojas que se rompen y rasgan fácilmente. Este es un signo de exceso de nitrógeno en el suelo. Si las hojas se arrugan y adelgazan, entonces hay un exceso de fósforo. Todos estos problemas pueden resolverse con un simple lavado de raíces.
Una vez que tus plantas estén listas para la cosecha y estés planeando cortarlas, deberás eliminar los nutrientes que quedan en las raíces y el suelo para obtener la cosecha más limpia posible con un sabor puro a hierba, en lugar de productos químicos o fertilizantes. Esto también se hace para que las hojas no tengan un contenido tan alto de clorofila, que es lo que causa ese sabor verde y frondoso. Cuando curas los brotes, ya sea de modo tradicional o con agua, además de transformar los cannabinoides, también pudres la clorofila de las hojas, dejando una hierba limpia y pura. Para hacerlo aún mejor, debes asegurarte de enjuagar las raíces antes de cosechar, esperar hasta que las hojas se pongan algo amarillentas y que el suelo se seque por completo antes de cosechar.
Cómo lavar las raíces de cannabis
Para lavar las raíces de tus plantas de cannabis, todo lo que tienes que hacer es regarlas con abundante agua hasta que el suelo esté completamente libre de fertilizantes. Para ello, no es necesario que el agua esté demasiado fría, alrededor de 20-22º C está bien; si el agua está demasiado fría, estresará tus plantas, y demasiado caliente podría pudrir las raíces.
Hay muchas maneras diferentes de lavar raíces, y la más común es extraer tu planta con cuidado y usar el cabezal de la ducha para regarla. Espera hasta que el agua resultante que sale de la planta esté prácticamente limpia y listo. Notarás que una vez que el agua comience a salir, habrá muchas cosas que saldrán con ella, y cuanto más limpia sea el agua, más efectivo será el lavado.

Debes evitar enjuagar tus raíces demasiado tarde a toda costa, porque las raíces apenas absorberán agua en esta etapa y si las riegas demasiado tarde, los brotes podrían terminar pudriéndose debido a la humedad excesiva. Si has esperado demasiado, lo mejor es simplemente regar sin fertilizantes hasta que esté listo para evitar el riesgo de pudrir las raíces.
Otra forma de lavar las raíces es con productos específicos para dicho proceso que actúan como una esponja y atrapan todos los nutrientes y sales restantes. Esto funciona mucho más rápido que solo usar agua, ya que dejan las raíces y el suelo brillantes.
Cuando uses estos productos, todo lo que tienes que hacer es comenzar a regar con ellos durante los últimos 10 días del cultivo y luego esperar a que la tierra se seque antes de cosechar.
Ahora que sabes cómo se hace, puedes reparar los excesos nutricionales de tus plantas en poco tiempo.
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Fuentes: growbarato, diosaverde.
Fuente de la imagen: lamota, autoflowering, cañamo.