Leyes de cannabis están provocando que los empleadores reconsideren aplicar pruebas antidopaje
Por DiosaVerde.org
Cada vez son más los estados de la Unión Americana que están dando la bienvenida al cannabis legal. Sin embargo, los empleadores dentro de dichas jurisdicciones no siempre están de acuerdo con el consumo de cannabis por parte de sus trabajadores. Los empleadores se están aferrando a las políticas de detección de drogas que mantienen a los usuarios de cannabis fuera del lugar de trabajo, pero eso está a punto de cambiar en 2020, a medida que las actitudes cambiantes y las leyes estatales innovadoras empujan a los empleadores a reconsiderar sus prácticas actuales de pruebas en un consumo más centrado, responsable y enfocado en tratamientos terapéuticos.
No obstante, es importante mencionar que el cannabis sigue siendo ilegal a nivel nacional (federal), y ciertos empleadores definitivamente continuarán aplicando pruebas antidopaje.
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Cambio de actitudes en las pruebas antidopaje
La mayoría de las pruebas de detección de cannabis pueden determinar si alguien ha consumido cannabis recientemente, pero no si esa persona está actualmente tratando alguna afección con la hierba. Las pruebas de cannabis generalmente buscan la presencia de delta-9-tetrahidrocannabinol, también conocido como THC, en el cuerpo, el cual puede permanecer en el cuerpo durante semanas después de que una persona lo consuma.
Las leyes y actitudes cambiantes vinculadas al cannabis arrojan estas tradicionales pruebas antidopaje bajo una nueva luz. Los empleadores solían sentirse cómodos confiando en las pruebas de THC porque el consumo de cannabis era ilegal o porque les preocupaba que los consumidores de cannabis fueran perezosos o poco confiables, pero con el aumento de la legalización y la reducción del estigma, las pruebas centradas en el consumo se vuelven menos útiles. Los empleadores deben estar preparados para centrarse en pruebas de discapacidad real en el lugar de trabajo.
Estados y ciudades se mueven para proteger a los consumidores
Las leyes estatales y locales sobre el cannabis se han centrado tradicionalmente en proteger a los empleadores y su derecho a mantener un lugar de trabajo libre de drogas, pero eso también ha cambiado en los últimos años. Primero, algunos estados promulgaron leyes para proteger a los usuarios de cannabis medicinal, y ahora los estados están comenzando a promulgar leyes para proteger a los usuarios de cannabis recreativo.
Un ejemplo notable es la amplia ley de legalización del cannabis de Illinois. La ley, que entra en vigencia el 1 de enero, permite a los empleadores mantener un “lugar de trabajo libre de drogas”, pero redefine ese término para cubrir la discapacidad en el trabajo, no el consumo fuera de servicio.
Aunque esa ley no ofrece a los consumidores de cannabis ningún recurso para la discriminación, sí lo hace una ley separada de Illinois, la Ley del Derecho a la Privacidad en el Lugar de Trabajo, prohíbe a los empleadores discriminar a los empleados por el “uso de productos legales” fuera de servicio. La ley define “productos legales” como productos que son permitidos según la ley estatal, que, en 2020, incluirá el cannabis.
Nevada y la ciudad de Nueva York han abordado el tema de las pruebas de drogas más directamente. La ley de Nevada, que también entró en vigencia el 1 de enero de 2020, prohíbe a los empleadores negar el empleo porque las personas dan positivo por cannabis. La ley de la ciudad de Nueva York, que entrará en vigencia en mayo de 2020, prohíbe por completo las pruebas de cannabis previas al empleo.
Un proyecto de ley en Massachusetts llevaría las cosas aún más lejos, haciendo que el cannabis sea considerado como una clase protegida bajo la ley de prácticas justas de empleo del estado.
Estas leyes estatales tienen influencia más allá de las fronteras. Aumentan los costos y riesgos de cumplimiento para los empleadores de varios estados, empujando a los empleadores a adoptar políticas que deben ser viables en todos los estados. Cada vez más, la mejor solución para la mayoría de los empleadores será eliminar las pruebas de cannabis casi por completo.
El futuro de las pruebas de cannabis
2020 verá a los empleadores reenfocar sus prioridades lejos de las pruebas obligatorias o aleatorias y hacia la búsqueda de formas de identificar a los trabajadores con discapacidad durante las horas de trabajo. Este no será un proceso fácil. Los empleadores deberán elaborar políticas para establecer nuevas prácticas de detección de cannabis y capacitar a los trabajadores para identificar signos de deterioro actual. Las políticas en el lugar de trabajo para evaluar el deterioro del alcohol en el lugar de trabajo podrían servir de guía para los empleadores.
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Fuentes: bloomberglaw.