¿Es efectiva la marihuana medicinal para tratar el autismo? Esto es lo que dice la ciencia
Por DiosaVerde.org
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada 160 niños padece trastorno del espectro autista (TEA). Este tipo de trastornos comienzan en la infancia y tienden a persistir hasta la adolescencia y la edad adulta. Asimismo, las personas con TEA sufren estigmatización, discriminación y violaciones de los derechos humanos, además de que su acceso a los servicios y al apoyo es insuficiente a nivel mundial.
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¿Qué es el autismo?
El trastorno del espectro autista (TEA) es un término amplio utilizado para describir un grupo de trastornos del neurodesarrollo. Estos trastornos se caracterizan por problemas con la comunicación y la interacción social. Las personas con TEA a menudo demuestran intereses o patrones de conducta restringidos, repetitivos y estereotipados.
El TEA se presenta entre personas de todo el mundo, independientemente de su raza, cultura o antecedentes económicos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el autismo ocurre con más frecuencia en niños que en niñas, con una proporción de 4 a 1 de hombre a mujer.
Adicionalmente, hay indicios de que los casos de TEA están en aumento. Algunos atribuyen este aumento a factores ambientales. Sin embargo, los expertos debaten si hay un aumento real de casos o simplemente diagnósticos más frecuentes.
Tipos de autismo
El DSM (Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), es utilizado por los médicos para diagnosticar una variedad de trastornos psiquiátricos.
La quinta y más reciente edición del DSM, publicada en 2013, reconoce cinco subtipos de TEA, los cuales son:
- Con o sin discapacidad intelectual acompañante
- Con o sin problemas de lenguaje
- Asociado a una condición médica o genética conocida o factor ambiental
- Asociado con otro trastorno del desarrollo neurológico, mental o del comportamiento.
- Con catatonia.
Cabe señalar que algunas personas pueden ser diagnosticadas con uno o más de estos subtipos o especificadores.
Antes del DSM-5, las personas con TEA pueden haber sido diagnosticadas con uno de los siguientes trastornos:
- Trastorno autista
- Síndrome de Asperger
- Trastorno generalizado del desarrollo, no especificado de otra manera (PDD-NOS)
- Trastorno desintegrativo infantil
Es importante considerar que una persona que recibió uno de estos diagnósticos anteriores no ha perdido su diagnóstico y no necesitará ser reevaluada.
Según el DSM-5, el diagnóstico más amplio de TEA abarca trastornos como el síndrome de Asperger.
¿Cuáles son los síntomas del autismo?
Los síntomas del autismo generalmente se vuelven evidentes durante la primera infancia (entre los 12 y 24 meses de edad). Sin embargo, los síntomas también pueden aparecer antes o después.
Los primeros síntomas pueden incluir un marcado retraso en el lenguaje o el desarrollo social.
El DSM-5 divide los síntomas del autismo en dos categorías: problemas con la comunicación y la interacción social, y patrones de comportamiento o actividades restringidos o repetitivos.
Los problemas de comunicación e interacción social incluyen:
- Problemas con la comunicación, incluyendo dificultades para compartir emociones, intereses o mantener una conversación de ida y vuelta
- Problemas con la comunicación no verbal, como problemas para mantener el contacto visual o leer el lenguaje corporal
- Dificultades para desarrollar y mantener relaciones
Los patrones de comportamiento o actividades restringidas o repetitivas incluyen:
- Movimientos repetitivos, movimientos o patrones de habla
- Adherencia rígida a rutinas o comportamientos específicos
- Un aumento o disminución de la sensibilidad a información sensorial específica de su entorno, como una reacción negativa a un sonido específico
- Intereses fijos o preocupaciones.
Para recibir un diagnóstico de TEA, una persona debe mostrar los tres síntomas en la primera categoría y al menos dos síntomas en la segunda categoría.
¿Qué causa el autismo?
La causa exacta del TEA es desconocida. Además, la investigación más reciente demuestra que no existe una causa única.
Algunos de los factores de riesgo sospechosos de autismo incluyen:
- Tener un familiar inmediato con autismo
- Mutaciones genéticas
- Síndrome X frágil y otros trastornos genéticos
- Haber nacido de padres mayores
- Bajo peso al nacer
- Desequilibrios metabólicos
- Exposición a metales pesados y toxinas ambientales
- Antecedentes de infecciones virales
- Exposición fetal a los medicamentos ácido valproico (Depakene) o talidomida (Thalomid).
De acuerdo con el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS), tanto la genética como el entorno pueden determinar si una persona desarrolla autismo.
Sin embargo, múltiples fuentes, antiguas y nuevas, han concluido que el TEA no es causado por las vacunas.
Un controvertido estudio realizado en 1998 propuso un vínculo entre el autismo y la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR). Sin embargo, ese estudio ha sido desacreditado por otra investigación y finalmente se retiró en 2010.
Evidencia científica sobre el cannabis medicinal para tratar el autismo
Los investigadores alrededor del mundo aún están evaluando cómo el cannabis puede ayudar a las personas con autismo. Sin embargo, existe evidencia sólida que sugiere que el aceite de CBD puede ayudar a controlar los síntomas del TEA.
En un estudio reciente, publicado en la revista Frontiers in Neurology, los pacientes con autismo que recibieron aceite de CBD mostraron grandes mejoras en la interacción social y la comunicación, así como otros beneficios neurológicos. En dicho estudio puede leerse:
“Los resultados son muy prometedores, e indican que el [cannabis] enriquecido con CBD puede mejorar múltiples síntomas [del trastorno del espectro autista] incluso en pacientes no epilépticos, con un aumento sustancial en la calidad de vida de ambos … pacientes y cuidadores”.
Los primeros medicamentos farmacéuticos a base de cannabis permitidos tanto en Estados Unidos como en México han sido lanzados para tratar a niños con epilepsia severa. Las condiciones en el cerebro que conducen a ataques epilépticos también pueden estar relacionadas de alguna manera con las condiciones (o “mecanismos etiológicos”, en el lenguaje investigador que conducen al autismo no epiléptico).
El cannabidiol (CBD) parece tratar estas afecciones, pues ha demostrado tener propiedades neuroprotectoras, una intervención que permite que el cerebro funcione mejor, así como cualidades antiinflamatorias.
En el estudio citado, investigadores brasileños monitorearon el progreso de 18 pacientes con autismo durante un período de hasta nueve meses. Cada uno de los pacientes recibió un extracto de cannabis sativa rico en CBD con una proporción de CBD a THC de 75 a 1. Los pacientes recibieron 4.6 miligramos de CBD por kilogramo de peso corporal a 0.06 miligramos de THC, una dosis no insignificante para alguien que pesa más de 45 kilos.
No obstante, debido a “efectos adversos”, tres pacientes interrumpieron el tratamiento durante el primer mes, pero de los 15 que continuaron, 14 mostraron “algún nivel de mejora” en múltiples categorías de síntomas.
Nueve de los pacientes (los que no tenían epilepsia ni autismo), mostraron una “mejoría igual o superior a 30 por ciento” en al menos una de las categorías monitoreadas, y cuatro mostraron una mejoría significativa en al menos cuatro categorías, incluyendo interacción social y función, así como la capacidad de dormir y mantenerse enfocado.
Es difícil decir con certeza si el CBD estaba haciendo el trabajo o si simplemente era un engrane haciendo su parte, pero, como señalaron los investigadores, 10 de los 15 pacientes estaban tomando otros medicamentos antes de comenzar el estudio, y nueve de los 10 aún mostraron mejoría después de eliminar o reducir sus otros medicamentos libres de cannabis.
De hecho, la industria farmacéutica parece ser muy consciente de este potencial, pues Sanjay Gupta informó en septiembre a CNN que GW Pharmaceuticals, quien patenta y comercializa Epidiolex, el medicamento para niños epilépticos, también está trabajando en el desarrollo de un medicamento derivado del cannabis que se usaría para tratar el autismo.
El entusiasmo aún no es compartido
Sin embargo, los médicos e investigadores cuyo trabajo ha sido tratar el autismo a través de métodos convencionales, no muestran el mismo entusiasmo que los investigadores brasileños. La Fundación para la Ciencia del Autismo, por ejemplo, dice en su sitio web:
“Hasta la fecha, existe una investigación limitada y no hay evidencia sobre los posibles riesgos y beneficios a corto plazo o a largo plazo o del desarrollo neurológico de la marihuana medicinal o sus compuestos relacionados con el autismo”.
Claro. No están completamente equivocados, pues es necesario realizar más pruebas y ensayos clínicos exitosos, incluida la dosificación estandarizada, antes de que los expertos puedan respaldar dicho tratamiento, pero también parece claro que muchos padres y cuidadores no están dispuestos a esperar y están felices de probar el cannabis. Es por eso que un número creciente de estados donde el cannabis medicinal es legal, incluido Texas, permiten que los pacientes con autismo accedan al aceite de CBD.
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Fuentes: who, healthline, wikipedia, medlineplus, doi, cdc, cmaj, ncbi.