Mientras legisladores estadounidenses desaprueban el vapeo, médicos británicos lo recomiendan
Por DiosaVerde.org
El Royal College of Physicians está promoviendo los cigarrillos electrónicos como una herramienta para dejar de fumar.
Mientras Estados Unidos lucha para tomar medidas enérgicas contra los productos de vapeo, Gran Bretaña ha adoptado los cigarrillos electrónicos como una herramienta poderosa para ayudar a los fumadores a dejar el hábito.
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El Royal College of Physicians recomienda explícitamente a los médicos que promuevan los cigarrillos electrónicos “lo más ampliamente posible” entre las personas que intentan dejar de fumar. El consejo de Public Health England se basa en que vapear conlleva una pequeña fracción del riesgo de fumar.
Los funcionarios de salud pública de Estados Unidos han adoptado un enfoque más cauteloso y han tardado en regular los cigarrillos electrónicos. Sin embargo, esa precaución se convirtió en alarma, debido a una explosión en el vapeo entre adolescentes que llevó al Gobierno Federal y a algunos estados a tomar medidas para prohibir los sabores de frutas y menta, al parecer bastante atractivos para los jóvenes.
Y ahora, con cientos de casos en Estados Unidos de una misteriosa enfermedad pulmonar entre los vapers, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que las personas consideren no usar cigarrillos electrónicos, especialmente aquellos con THC, el compuesto que le da su característico estado psicoactivo a la marihuana.
De acuerdo con el doctor John Britton, director del Centro de Estudios de Tabaco y Alcohol del Reino Unido, la reacción de Estados Unidos es una “locura total”, en la Universidad de Nottingham. “La realidad con fumar es que, si le dices a la gente que deje de vapear, volverán al tabaco”.
Las regulaciones sobre los cigarrillos electrónicos varían según el país, lo que genera un mosaico de políticas. Hasta ahora, más de 30 países prohíben los cigarrillos electrónicos por completo; India, por ejemplo, detuvo las ventas este mes. Asimismo, muchos países europeos, incluidos Austria, Bélgica, Alemania e Italia clasifican los cigarrillos electrónicos como productos de tabaco, sometiéndolos a controles estrictos. Sin embargo, en Ingaterra y Francia se venden principalmente como productos de consumo, bajo reglas más laxas.
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Desde su llegada a Estados Unidos, en 2007, los cigarrillos electrónicos no han sido regulados en gran medida. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos no obtuvo el poder para hacerlo hasta hace tres años y aún está trabajando en los detalles. Las versiones del mercado negro, mientras tanto, han florecido.
Al comparecer ante el Congreso la semana pasada, el comisionado interino de la FDA fue presionado para explicar la posición de la Agencia. Varios legisladores sugirieron que los cigarrillos electrónicos deberían retirarse por completo del mercado.
“No consideramos que estos productos sean seguros, pues creemos que producen daños. No creemos que nadie deba usarlos, salvo las personas que los usan en lugar de tabaco combustible”, admitió el doctor Ned Sharpless.
En Gran Bretaña, una revisión de Public Health England, una agencia similar a los CDC, concluyó que vapear es aproximadamente 95 por ciento menos peligroso que fumar. Una importante organización benéfica británica contra el tabaco, Ash, incluso pidió que los cigarrillos electrónicos se promovieran como medicamentos y se entregaran gratuitamente a los fumadores que intentaran dejar de fumar a través del sistema de salud financiado por el gobierno de Gran Bretaña.
“Necesitamos soluciones radicales para dejar de fumar y una opción es proporcionar a los fumadores cigarrillos electrónicos para que puedan obtener la nicotina que necesitan sin el humo del tabaco. Tenemos una actitud mucho más relajada hacia las personas que son adictas a la nicotina sobre la base de que la nicotina en sí misma no es particularmente peligrosa”. explicó Britton.
Los cigarrillos electrónicos y otros dispositivos de vaporización generalmente calientan una solución que contiene nicotina en un vapor que se inhala. La cantidad de nicotina varía ampliamente: algunos países establecen límites en la cantidad. Sin embargo, no hay límite en Estados Unidos, y el aumento en del vapeo entre adolescentes en aquel país trajo advertencias de los funcionarios de salud de que la nicotina puede dañar el cerebro (aún en desarrollo) de un adolescente.
“Lo que es correcto para Inglaterra podría no serlo para Estados Unidos”, dijo Ryan Kennedy, del Instituto para el Control Global del Tabaco de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins.
Comparado con Estados Unidos, Inglaterra ha tenido tasas históricamente más altas de consumo de tabaco y una “comodidad más profunda” con la idea de sustituir un hábito menos dañino por uno peligroso, dijo Kennedy. Los funcionarios de salud británicos han podido y están dispuestos a regular estrictamente los cigarrillos electrónicos mientras los promocionan como una herramienta para dejar de fumar.
“No es muy sorprendente que un lugar como Inglaterra haya adoptado los cigarrillos electrónicos. Muchas cosas se alinearon para tener sentido usar estos dispositivos y ayudar a las personas a dejar de fumar”, dijo Kennedy.
Mientras tanto, en Estados Unidos, el rápido aumento de la popularidad de los cigarrillos electrónicos entre los adolescentes, un próspero mercado negro de cartuchos de vapeo que contienen extractos de marihuana y el brote de la enfermedad, han enturbiado el mensaje de salud pública recientemente, dijo Kennedy.
Otra diferencia clave es la publicidad. A diferencia de Estados Unidos, Gran Bretaña tiene regulaciones estrictas sobre el vapeo publicitario. Todo el mercadeo de TV, radio y en línea está prohibido, explicó Linda Bauld, profesora de salud pública en la Universidad de Edimburgo.
En este sentido, Bauld explicó:
“Los cigarrillos electrónicos se promocionan entre los fumadores de mediana edad como una forma de dejar de fumar y las imágenes de nuestra campaña anual para dejar de fumar generalmente son todos hombres con barba, por lo que parece bastante aburrido”.
El pasado viernes 27 de septiembre, los CDC dijeron que parece que los productos de vapeo de THC están jugando un papel en el desconcertante brote de lesiones y muertes pulmonares en Estados Unidos. La agencia dijo que muchas de las 800 personas que se enfermaron informaron haber consumido THC. No obstante, admitieron que se necesitaba más información sobre si un solo producto, sustancia o marca es responsable. Algunos investigadores sospechan que un ingrediente se usa como espesante en los aceites de vaporizador, particularmente en productos del mercado negro.
“Es inconcebible que cualquier producto de vapeo legítimo cause ese grado de daño”, dijo Britton.
Algunos usuarios británicos de cigarrillos electrónicos dijeron, mientras tanto, que sus propios hábitos no cambiarían.
“Parece que hay un poco de pánico allí, pero eso no tiene nada que ver con nosotros”, dijo Lewis Niall, un entrenador personal fuera de una tienda de vapeo en el norte de Londres.
Niall dijo que el vapeo en su conjunto no debería verse empañado si el problema son los productos ilícitos de marihuana.
“Me siento mucho mejor desde que cambié de cigarrillos; no creo que nada cambie mi opinión”, concluyó.
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Fuentes: hightimes, diosaverde, apnews.