10 mitos sobre la marihuana que la gente debe dejar de creer

Por DiosaVerde.org

La marihuana fácilmente se puede clasificar como la sustancia psicoactiva más incomprendida. Tan solo piensa por un momento en todos los rumores que la han criminalizado desde los años 30. 

Debido a ello, hoy hemos decidido abrir las ventanas de par en par y dejar que el aire circule libremente, despejando de una vez por todas algunos de los mitos más comunes vinculados con nuestra amada hierba.

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 1. La marihuana mata las células del cerebro

Después de muchas décadas de estudios, una investigación de 2015, realizada por la Universidad de Louisville, ha determinado que el uso de la marihuana no elimina, de hecho, las células cerebrales. Esto corrobora otro informe de 2003 publicado por la Universidad de Cambridge que hace la misma afirmación. 

2. Puedes drogarte comiendo cannabis fresco

¿Puedes drogarte con solo ingerir algunas flores frescas recién cortadas? La respuesta es no. La marihuana tiene que estar primero descarboxilada para que entonces los cannabinoides se activen y puedas obtener cualquier efecto (incluso fumada). No obstante, la marihuana cruda tiene amplias propiedades nutritivas. 

3. Fumar marihuana es peor para tus pulmones que fumar cigarros 

A pesar de tener algunos componentes similares, un estudio a gran escala mostró que el humo de la weed era menos dañino que las mezclas químicas que se encuentran en el cigarrillo. No solo eso, sino que la tasa de consumo de las dos plantas es sorprendentemente diferente. Si bien es probable que un fumador promedio de cigarrillos se acabe un paquete al día, un fumador de marihuana habitual probablemente no estaría inhalando el humo de 20 porros por 24 horas. 

4. Legalizar la marihuana no daña al crimen organizado

El Washington Post estimó desde 2012 que los cárteles mexicanos podrían perder miles de millones de dólares si el cannabis se legalizara en Estados Unidos. Incluso que algunos de estos se quedarían sin la mitad de sus ingresos. Eso, más el efecto hormiga en las pequeñas complejidades del mercado negro, sirve como evidencia abrumadora de cómo la legalización de la marihuana podría afectar seriamente a los elementos criminales de todo el continente.

5. Puedes engañar una prueba de drogas

Definitivamente no. Si por alguna razón compraste un kit de desintoxicación o un cóctel de tinta de calamar virgen y en peligro de extinción en un callejón trasero en el Barrio Chino y te funcionó, ¡felicidades! Acabas de presenciar una coincidencia. La única forma de “engañar” a las pruebas de drogas modernas es llevar orina limpia de otra persona (asegúrate de que esté caliente). O siempre podrías… ya sabes, dejar de fumar aunque sea por un tiempo.

6. Los fumadores de marihuana son perezosos y no tienen éxito

Si bien normalmente los fumadores de cannabis en general son considerados perezosos y que viven inmersos en el hedonismo de los munchies, tan solo High Times publicó en 2014 una lista de 11 presidentes que fumaron marihuana, entre ellos están Obama, George W. Bush y Bill Clinton. Además, hay que agregar a la lista a la mayoría de los activistas como Jack Herer, quien escribió el libro El emperador está desnudo y muchos otros que han logrado una posición respetable en la sociedad.

7. La hierba conduce al crimen violento

Los delincuentes quizás podrían fumar marihuana a una tasa mayor que la población general, pero también beben, fuman cigarrillos y consumen más drogas duras que su contraparte de no delincuentes. No es que la marihuana sea la causa de los delitos violentos, es más que los delincuentes tienen tendencias mucho más altas de participar en conductas de riesgo. 

8. El cannabis legal es malo para el país

Mil millones de dólares tan solo en 2016. Esa es la cantidad de dinero que los dispensarios de Colorado ganaron, creando más de 150 mdd de impuestos destinados a escuelas, programas públicos y ancianos. Junto con los cerca de 16 mil nuevos empleos creados hasta ahora, se ha convertido en una parte viable de la economía de Colorado sin sufrir ningún aumento en el crimen. 

9. Comer y fumar marihuana tiene la misma potencia 

La marihuana ingerida es una tendencia actual. Los comestibles tienden a tener más potencia que la hierba fumada, pues la dosis es casi siempre más concentrada. Lo que sucede en ocasiones es que la gente tiende a exagerar porque el efecto no “pega” de inmediato, a diferencia de fumar. Lo ideal es comer y esperar dos horas, entonces ya podrás medir si quieres un poco más o ya te sientes a gusto.

10. Beber el agua de tu bong proporciona euforia

Por supuesto que no. Si aún así deseas intentarlo, te espera un sabor amargo, mientras permaneces con la cabeza despejada y tu organismo libre de cannabinoides.

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Referencias: inquisitr, webmd, diosaverde, diosaverde, ucsf, washingtonpost, diosaverde, hightimes, fortune.

Imágenes: publimetro, periodistasenespañol, urbans.