Monjas de la orden The Sisters of the Valley predican en México sobre el cannabis

Por DiosaVerde.org

¿Quiénes son las monjas cannábicas?

Desde su abadía, localizada en el Valle Central de California, esta orden de monjas profesa el evangelio sobre la marihuana. Al lado de su capilla, donde hacen sus rituales canábicos, tienen un huerto que cuidan devotamente para obtener productos medicinales y después comercializarlos. Además, su fervor por el cannabis ha dado lugar a actividades destacadas como la legalización de la hierba.

Es importante señalar que a pesar de que visten hábitos de monjas, las Hermanas del Valle no pertenecen a ninguna orden católica. Son una comunidad activista y espiritual que percibe la marihuana como fuente de sanación. Para ellas, el cannabis también es una forma de sustento. Y aunque su negocio es más que rentable, viven en la austeridad. Sin embargo, confiesan que, a través de la venta de sus productos, quieren “estimular la economía local y arrebatar el poder a las farmacéuticas y a las grandes corporaciones para dárselo a la clase trabajadora”. Esto podría sonar como algo muy idealista; sin embargo, tan solo en 2016 llegaron a vender 750,000 dólares y formaron alianzas con cultivadores de la zona para que se unieran a su negocio.

Entre sus productos hay tinturas, bálsamos, aceites y otros ungüentos, los que comercializan por todo el país, incluso en línea. Insisten que la marihuana que cultiva es libre de propiedades psicoactivas, porque su misión es ayudar a curar enfermedades como el cáncer.

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El origen de las Hermanas del Valle

Christine Meeus, de 58 años, es la fundadora de la congregación. Toma las decisiones importantes y guía a la comunidad. Luego de vivir en Holanda por más de 10 años, regresó a Estados Unidos en 2008 y se unió a las protestas de Occupy Wall Street, una rama del movimiento ciudadano 15-0 que acusa a las grandes empresas de ser las responsables de la crisis mundial y que mantuvo ocupado el parque Zuccotti de la ciudad de Nueva York. Allí comenzó su oficio como “monja del cannabis”, al comenzar a vestir de monja católica con el único propósito de llamar la atención, lo cual logró de inmediato, pues muy pronto todos la identificaron como la “monja okupa”, una postura que también trasladó a su lucha por la legalización del cannabis y que acabó derivando en una comunidad sustentada en esta vestimenta y sin ninguna vinculación religiosa.

“Estamos en contra de la religión, así que no formamos parte de ella. No estamos aquí para emular nada de la Iglesia católica. Adoptamos un uniforme con el que la gente se identifica y que tiene un significado. Para nosotras significa orden, disciplina y limpieza”, explica la hermana Kate, quien también muestra afinidad a las prácticas paganas, anteriores al cristianismo, tales como las tradiciones celtas, eslavas o bálticas. También apunta que estos son principios básicos en los que les gusta verse representadas.

“A través de nuestra ropa, mostramos respeto a una planta sobre la que se ha mentido y han cometido faltas de respeto desde hace más de 100 años”.

Dentro de su jornada laboral, las hermanas dedican parte de su día a diferentes quehaceres relacionados con la hierba. Por ejemplo, la hermana más joven, Darcy, de 25 años, quien cuenta con una amplia formación en horticultura y experiencia en granjas orgánicas de Estados Unidos y Nueva Zelanda, se encarga del cultivo de la Orden. Entretanto, otras compañeras ocupan su tiempo en la producción de los derivados, el envasado de los productos o a la gestión de las ventas. Al caer la tarde, las hermanas se retiran a la capilla y realizan rituales para bendecir las propiedades medicinales de las plantas. Para ello toman ideas de ritos celtas, vikingos y nativos americanos. En su vida diaria, además, practican la castidad y el vegetarianismo.

El principal negocio de las Hermanas del Valle se encuentra en Internet. Sus productos se venden a través de su tienda virtual, y aseguran haber enviado paquetes a Sudamérica, Europa e incluso Asia. Eso sí, todos ellos van acompañados de certificados de laboratorio para no tener ningún problema en caso de ser inspeccionados. 

Asimismo, una vez a la semana las hermanas Darcy y Kate bajan al centro de la ciudad de Merced con sus canastillas cargadas de semillas y productos, se citan en una cafetería de la avenida principal con diferentes personas que les pueden ayudar en su negocio. En una de esas reuniones conocieron a José, un padre de una familia mexicana que actualmente se encarga, como empleado, de una parte del cultivo de las hermanas. Además, aprovechan esas visitas a la ciudad para darse a conocer y regalar sus artículos a quienes se acercan interesados por la hierba. 

Su llegada a México

En el marco del CannaMéxico 2019, un congreso internacional enfocado a mostrar el potencial de la industria del Cannabis en México y cuyo objetivo fue conectar con actores relevantes y proveer información sobre legalización, oportunidades de mercado, avances médicos, innovación y bienestar, las hermanas Luna y Camila, representando a las Hermanas del Valle, llegaron a México a presentarse oficialmente como activistas, científicas y voceras de su movimiento cannábico, único en el mundo y como productoras de cannabidiol (CBD). El evento se llevó a cabo los pasados días 25-26 de abril.

Durante el CannaMéxico 2019, el expresidente Vicente Fox, quien forma parte de la directiva de Hightimes y es asesor de la productora de cannabis canadiense Khiron en México, entrevistó a las dos monjas, quienes en un video explicaron que están para defender la marihuana porque se ha “desvalorizado mucho”.

El exmandatario cuestionó a las hermanas Camila y Luna la razón de su visita al CannaMéxico 2019, a lo que ellas respondieron que su misión es defender la marihuana, pues “hay muchos estigmas que giran en torno a ella”.

“Mi misión en esta vida es llevar ese conocimiento de la planta a todas las personas, principalmente porque este mundo se está enfermando, de lo que sea, de la cabeza, de cáncer, de todo y considero que las propiedades de la marihuana nos pueden ayudar a todos. Una de mis misiones es que la gente adquiera este conocimiento y que se abra a otros pensamientos”, comentó la hermana Luna a Reporte Índigo.

Asimismo, las hermanas trabajan a favor del consumo responsable. Para ellas, el cannabis no solo es una sustancia psicoactiva, sino que la gente debe conocer la planta y conectarse con ella:

“Es más que nada el respeto por la planta, hay muchas plantas medicinales, pero hay pocas que te producen estas sensaciones. No fumarla por fumarla es un respeto por la planta que te lleva a lo espiritual y te hace pensar cómo están las cosas en ti mismo”, concluyó Luna.

Luna es bióloga, mientras que Camila estudió negocios. Ambas monjas trabajan en la frontera entre Tijuana y San Diego, invitando a la gente a formar parte de la hermandad que está en desarrollo en México de cara a una posible legalización del cannabis.

Finalmente, al arrancar el CannaMéxico 2019, Vicente Fox declaró que, de legalizarse la marihuana, el Centro Fox, ubicado en Guanajuato, donde tiene su casa de retiro y donde también se llevó a cabo el evento, sería convertido en un lugar de producción. También comentó que la legalización de la marihuana es el camino para quitarle el dinero a los cárteles de la droga y acelerar la lucha contra la violencia que ha dejado decenas de miles de jóvenes muertos en las calles de México.

Cabe señalará que el periodista Vicente Serrano, en su programa Sin Censura , juzgó fuertemente al exmandatario. El argumento: no se trata de una fuente médica para atender problemas de salud pública. En pocas palabras, negocios antes que paz social o medicinas para la población.

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Referencias: sistersofcbd