O’Shaughnessy, el doctor irlandés que introdujo el cannabis en la medicina occidental hace 180 años|
Por DiosaVerde.org
Todos sabemos que la prohibición actual de la marihuana es tan solo una ínfima parte en la historia de nuestra amada hierba. Antes de eso, el cannabis era una planta de libre consumo. Incluso, entre 1840 y 1900, ya estaba disponible en farmacias con fines medicinales. Los extractos y otros productos eran prescritos para tratar diversas dolencias. La introducción de la marihuana en la medicina occidental es uno de los hechos históricos que ocurrieron gracias a un notable doctor irlandés cuya historia ha caído en el olvido.
El Doctor Sir William Brooke O’Shaughnessy es considerado el pionero de la marihuana medicinal en Occidente. Gracias a sus hallazgos y registros, el cannabis, como remedio medicinal, fue reconocido en Europa y América hasta que la prohibición comenzó a aplicarse.
O´Shaughnessy nació en Limerick, Irlanda en 1809, y hace más de 150 años ya sabía lo que actualmente la ciencia ha comprobado: la marihuana ayuda a reducir las convulsiones epilépticas y funciona como analgésico para aliviar los síntomas de ciertas enfermedades. En sus propias palabras, el cannabis “le quitaba los horrores a la enfermedad”.
Estudió medicina en Trinity, Dublín, y después entró a la Universidad de Edimburgo, lo cual fue un logro, considerando que la escuela de medicina escocesa era catalogada como la mejor del mundo y fue aceptado cuando apenas tenía 18 años.
En la universidad estudió temas como química, medicina, toxicología forense y anatomía, Se graduó en 1829 y posteriormente se mudó a Londres, donde estableció su propio laboratorio de toxicología forense al no poder encontrar un trabajo estable. Su laboratorio proporcionó análisis químicos de orina, sangre y tejidos para médicos, hospitales y tribunales. Durante este período, también investigó los posibles tratamientos para el cólera y los métodos para detectar venenos.
Su contacto con la medicina oriental y sus hierbas
En 1833, a la edad de 24 años, O’Shaughnessy comenzó a trabajar en la East India Company, en Calcuta, India, como cirujano asistente. Fue allí donde comenzó su interés en la cultura india y sus plantas nativas. La Compañía de las Indias Orientales, por cierto, gobernó efectivamente India con sus ejércitos privados entre 1757 y 1858.
Al igual que muchas personas, O’Shaughnessy formaba parte de la “fuga de cerebros” de Inglaterra e Irlanda, compuesta por grandes cantidades de profesionales que buscaron trabajo en India durante este período. Una estimación sugiere que, en 1860, alrededor de 30 por ciento de los graduados de ingeniería de Trinity habían emigrado a India para trabajar.
O’Shaughnessy pasó dos períodos de su vida en India. El primero, entre 1833 y 1841; el segundo, entre 1852 y 1860. Fue durante su primer viaje que investigó las propiedades medicinales de una variedad de plantas nativas, incluyendo el opio y el cannabis. Durante su segundo viaje, dirigió el trabajo que lo nombraría “caballero” por la reina Victoria.
En India, O’Shaughnessy tuvo sus primeros contactos con los efectos terapéuticos del cannabis a partir de sus interacciones con los pueblos autóctonos. La marihuana y otras plantas se usaban con fines medicinales y recreativos en la región, desde hacía miles de años.
O’Shaughnessy escudriñó la literatura médica contemporánea en Occidente y encontró muy poca información referente al cannabis. Las únicas referencias disponibles se enfocaron principalmente en sus efectos intoxicantes, e incluso descubrió que esta información era limitada.
En contraste, los registros disponibles en India tenían información considerable sobre las propiedades medicinales del cannabis; por lo tanto, O’Shaughnessy comenzó a registrar algunas de las recetas utilizados por los indígenas en bebidas y comestibles de cannabis, así como algunos comentarios sociales interesantes y observaciones sobre el uso de la hierba por parte de los locales.
Sus descubrimientos
Con la finalidad de sincronizar las afirmaciones de los lugareños sobre el cannabis con la ciencia occidental, O’Shaughnessy realizó una serie de experimentos. Comenzó su investigación en animales como ratones, conejos y ratas para determinar si el cannabis era seguro. Una vez comprobado este hecho, hizo pruebas en humanos ―adultos y niños.
Hace justamente 180 años. En 1839, O’Shaughnessy presentó su investigación por primera vez a un grupo de estudiantes y académicos de la Sociedad Médica y Física de Calcuta. Expuso estudios de pacientes que sufrían enfermedades como cólera, reumatismo, hidrofobia, tétanos, rabia y hasta el caso de un bebé de 40 días que padecía convulsiones.
O’Shaughnessy reveló que solo tuvo un éxito limitado en el tratamiento del reumatismo, pero que el cannabis alivió notablemente el dolor. Asimismo, manifestó que la hidrofobia o el cólera no podían curarse con cannabis, pero que sus efectos calmaban sus síntomas, por lo cual resultaba beneficioso como parte del tratamiento de estas enfermedades.
No obstante, donde O’Shaughnessy sí tuvo éxito, fue al calmar los espasmos musculares asociados con afecciones como el tétanos y la rabia. Esto es de especial interés, pues sabemos que muchos pacientes modernos de cannabis medicinal usan la hierba para aliviar la espasticidad (espasmos y rigidez) asociados con enfermedades como la esclerosis múltiple, la distonía y enfermedades de las neuronas motoras.
En cuanto al paciente con rabia tratado por O’Shaughnessy, tristemente murió por la enfermedad. Sin embargo, el doctor irlandés afirmó que el cannabis ayudó a aliviar su sufrimiento:
“La terrible enfermedad fue despojada de sus horrores. Si no es menos fatal que antes, se redujo a menos de la escala de sufrimiento que precede a la muerte de la mayoría de las enfermedades comunes”.
Por otra parte, O’Shaughnessy también pudo detener las convulsiones del bebé de 40 días de nacido. Esto llevó a O’Shaughnessy a declarar que “la profesión ha ganado un remedio anticonvulsivo de gran valor”.
O’Shaughnessy también registró sus hallazgos en una publicación llamada Sobre los preparativos del cáñamo indio, o gunjah (Cannabis Indica), sus efectos sobre el sistema animal en la salud y su utilidad en el tratamiento del tétanos 6 y otros trastornos convulsivos.
En los últimos años, el cannabis se ha convertido en un medicamento aceptado para tratar afecciones como la epilepsia, que a menudo presenta convulsiones potencialmente fatales. Muchos de estos pacientes son, de hecho, niños cuyas familias se mudan a lugares como Colorado, donde el medicamento con cannabis está disponible y pueden beneficiarse de dicho tratamiento.
Asimismo, el médico irlandés también creía que el cannabis podría usarse como anestésico. De hecho, gran parte de su investigación se centró en estas áreas, pues a mediados de la década de 1800, la mayoría de los doctores y dentistas buscaban anestesias y medicamentos para aliviar el dolor. Muchos de los avances en esos campos ocurrieron al mismo tiempo que la investigación de O’Shaughnessy.
Su regreso a Europa
O’Shaughnessy continuó su investigación y después de regresar a Inglaterra realizó dos trabajos que muestran algunas de las plantas nativas de la India. Lanzó The Bengal Dispensatory, en 1842 y The Bengal Pharmacopoeia, en 1844. Ambas publicaciones aumentaron el interés por las propiedades del cannabis, así como de otras plantas.
La investigación de O’Shaughnessy fue posteriormente reeditada en revistas médicas británicas y europeas que estimularon la investigación del cannabis y su consumo medicinal. Después de ello, en otros países de Europa y el mundo se estudiaba con interés la hierba, descubriendo en cada uno sus propios hallazgos y elaborando productos.
Adicionalmente, a su regresó a Inglaterra, en 1841, llevó con él cantidades considerables de semillas y especímenes de cannabis, las cuales proporcionó a grupos como la Royal Pharmaceutical Society, con fines de investigación, los Jardines Botánicos Reales de Kew, en Londres, y otros.
Una de las personas a las que O’Shaughnessy conoció a su regreso a Londres fue el farmacéutico Peter Squire, quien, trabajando en conjunto con O’Shaughnessy, hizo tinturas de cannabis que estuvieron disponibles en las farmacias locales.
Sir Russell Reynolds, el médico personal de la reina Victoria, fue uno de los que promovieron el uso médico del cannabis después de leer la investigación de O’Shaughnessy. Se dice que Sir Russel Reynolds posteriormente le recetó cannabis a la reina Victoria para los dolores menstruales.
El impacto de O’Shaughnessy en la investigación del cannabis es evidente por el hecho de que entre 1840 y 1900 más de 100 artículos aparecieron en revistas científicas que describen las propiedades médicas del cannabis.
Su nombramiento como caballero y otros logros
Sorprendentemente O’Shaughnessy, después de tener un éxito rotundo en sus investigaciones con el cannabis, enfocó su interés en la ingeniería eléctrica, donde también destacó: construyó su propia red de comunicaciones telegráficas en 1837 para mostrar que la tecnología funcionaba. En 1852, fue nombrado Director General de Telégrafos en India y en seis meses de trabajo la red de telégrafos se extendió a 800 millas. Posteriormente, alcanzó más de 11000 millas. En 1856, gracias a esta labor, fue nombrado caballero por la reina Victoria.
El médico irlandés también fue profesor de química y de filosofía natural en la Facultad de Medicina de Calcuta. También trabajó en India como cirujano mayor en 1861.
Durante su vida, O’Shaughnessy realizó investigaciones en áreas como farmacología, química, toxicología, ensayos clínicos de medicamentos, educación científica e ingeniería subacuática. Su investigación sobre el cólera condujo a algunos de los primeros experimentos en tratamientos por inyección intravenosa, un precursor de los equipos de venoclisis modernos.
Por si fuera poco, también investigó el refinamiento del oro, lo cual lo llevó a trabajar brevemente para Indian Mint, a cargo de los intentos de unificar las docenas de monedas diferentes en India con una moneda estándar. Sin embargo, sus intentos parecen haber fracasado en gran medida.
Después de lo anterior, la información referente a O’Shaughnessy es escasa. Se sabe que regresó a Inglaterra en 1860 y se retiró al año siguiente. Murió en 1889 a los 80 años. Aunque su historia no es quizás muy recordada, el registro de su trabajo en artículos y compendios médicos sigue teniendo impacto en la investigación del cannabis que se prolonga incluso hasta el día de hoy, a 130 años de su muerte.
Si te sirvió esta información, comparte tu experiencia con nosotros en redes sociales. Si prefieres permanecer anónimo, escríbenos un correo electrónico aquí. Queremos escucharte.
Colabora con nosotros. Envíanos tus artículos haciendo clic aquí.
Fuentes: medium ,mistakinghistories , wikipedia , archive
Imagenes: cannabismagazine , salud180 , gacetamexicana