6 parejas relatan cómo es trabajar juntos en la industria del cannabis
Por DiosaVerde.org
En una industria en constante cambio, poder apoyarse el uno en el otro es básico para superar los altibajos de la vida.
Entrar en negocios acompañado en pareja no es para todos; sin embargo, para algunas parejas, trabajar en la industria del cannabis ha sido un viaje que no cambiarían por nada más.
Amy Ludlum y Peter Bishop se reunieron a fines de 2016. Su impulso empresarial compartido fue evidente desde el principio.
“En nuestra primera cita no hablamos de casi nada más que startups. La aprobación de la Prop. 64 en California nos llamó la atención, pero no fue hasta una fatídica noche en que preparamos una bebida de cannabis por capricho, con tintura simple y un poco de jugo de toronja, lo que realmente hizo clic”, comentó Ludlum en entrevista para High Times.
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Esa misma noche, la pareja acordó iniciar una compañía para probar su idea.
“Después de varias docenas de clientes satisfechos, sabíamos que estábamos en algo. Fue entonces cuando ambos dejamos todo y nos lanzamos”, dice Ludlum.
¿El producto final? Juntos crearon California Dreamin, una soda de cannabis de baja dosis La pareja dice que, con la legalización de nuevos consumidores en el espacio de cannabis, vieron la oportunidad de llenar un vacío dentro del mercado.
“Es fácil ganar mucho dinero vendiendo brownies knock-out con 100 mg de THC, pero no tienen sentido para los consumidores de cannabis relajados y nuevos. Es mucho más difícil y menos económico hacer productos de alta calidad con cantidades más pequeñas de THC. Dado lo increíblemente desafiante que es esta industria, no puedo imaginarme [no] haciendo esto juntos y apoyándonos mutuamente durante todo el camino”, explica Bishop.
Chris Whitener, director ejecutivo de MagicalButter, donde su socio Randi Sether también trabaja como estratega de marketing digital, de igual manera comparte ese sentimiento.
“Es emocionante crear y activar ideas con tu mejor amigo. Estar con un compañero profesional de cannabis que entiende tu estilo de vida único y puede compartirlo contigo, ha sido un sueño hecho realidad. El cannabis propaga el amor y une a las personas, eso es lo que hizo por nosotros y lo que hacemos por los demás”, declara Whitener.
MagicalButter es una máquina para obtener extractos de la planta entera de marihuana que ayuda a los pacientes médicos de marihuana a crear sus propios productos tópicos, tinturas y comestibles. De hecho, Sether comenzó como cliente, preparando aceite de coco para microdosear sus comidas, antes de unirse al equipo de MagicalButter a tiempo completo.
“Muchas personas no recomendarían trabajar con su compañero de vida, pero en realidad es bastante dulce. La clave del éxito en los negocios y las relaciones es tener diferentes roles. Nuestros perfiles de habilidades son diferentes, pero nos permiten trabajar bien juntos, complementando las fortalezas de los demás y permitiendo lograr más como un equipo”, afirma Sether, quien anteriormente fue el director de mercadotecnia de la firma médica más grande de la Florida que brinda recomendaciones de tarjetas de marihuana medicinal.
Eso es algo con lo que Kate Black y Katie Stem, cofundadoras de Peak Extracts, en Oregón, también pueden relacionarse.
“Mi compañero y yo decidimos intentarlo porque tenemos habilidades complementarias. Su especialidad es el branding, el diseño y la gastronomía; lo mío son los aspectos científicos y empresariales”, explica Stem.
La pareja fundó Peak Extracts en 2014 a través del programa de marihuana medicinal de Oregón. Luego pasó al mercado de uso recreativo en 2016, convirtiéndose finalmente en el primer productor de comestibles con licencia en Oregón. En estos días, Peak Extracts es actualmente el segundo fabricante de chocolate de cannabis en el estado.
“Estamos haciendo un trabajo que tiene un impacto directo y positivo en la vida de las personas, y es siempre gratificante escuchar sus historias. Desde un veterano con dolor de nervios que ahora puede dormir toda la noche gracias a nuestros tópicos, hasta las mujeres que usan nuestro chocolate para lidiar con los síntomas del estrés postraumático, nuestros clientes están descubriendo nuevas formas de controlar su salud”, manifiesta Stem.
Por supuesto, trabajar en el cannabis conlleva desafíos que las parejas de otras industrias tienen menos probabilidades de enfrentar.
“La incertidumbre puede ser muy difícil. Las reglas cambian a menudo, con poco aviso y nos vemos obligados a realizar cambios sobre la marcha en las operaciones, la instalación o el empaque. Entre el entorno regulatorio y la constante afluencia de dinero nuevo y marcas en la industria, siempre hay una sensación de impermanencia, como si todo pudiera disolverse en cualquier momento”, comparte Stem.
Julia Jacobson, CEO de Aster Farms en el norte de California, ha experimentado frustraciones similares.
“La parte más desafiante de la industria son las regulaciones cambiantes, específicamente en relación con el empaque. Un día haces un pedido de 20,000 unidades de empaque y al día siguiente ya no cumple con los requisitos. Hablamos diariamente con nuestros abogados y nuestro proveedor de empaques, y resolvemos problemas de manera continua”, explica Jacobson.
Las desventajas de la industria no la han detenido a ella y a su esposo, Sam Ludwig, quien se desempeña como presidente de Aster Farms. Después de todo, son una pareja con raíces profundas en la industria del cannabis.
“El cultivo de cannabis en el norte de California ha sido parte de mi legado familiar durante casi 50 años, por lo que cuando decidimos saltar con los dos pies, la decisión fue correcta. Julia y yo llevábamos más de una década usando la planta con fines medicinales y con el historial de cultivo de mi familia, sabíamos que era un buen lugar para comenzar. Nos dimos cuenta de que no había una marca alineada con lo que nos importaba: limpia, orgánica y sostenible, por lo que nos propusimos cambiar eso”, expresa Ludwig.
Como han mencionado otras parejas, conocer los activos y habilidades que ambas partes aportan a la mesa, es fundamental para el éxito.
“Soy una persona de números y él es un creativo; donde suelto la pelota, la recoge y viceversa. La otra cosa sorprendente acerca de trabajar con tu cónyuge es la transparencia. A diferencia de otros cofundadores, sabes exactamente lo difícil que está trabajando la otra persona. No hay espacio para tonterías cuando estás trabajando con tu cónyuge, y eso es genial”. explica Jacobson.
Y cuando todo el capital y sudor finalmente dan sus frutos, las recompensas son mucho más dulces.
“Los éxitos que tenemos como compañía son mucho más gratificantes cuando los compartimos como pareja. Me considero extremadamente afortunado de tenerla en todos los aspectos de mi vida”. dice Danny Murr-Sloat, fundador de AlpinStash.
Sloat y su esposa han establecido una de las marcas de microcultivo más conocidas en Colorado. Kristin Murr-Sloat es una cultivadora de AlpinStash que trabajó bastante tiempo en una panadería de cannabis.
En 2014, Danny fundó AlpinStash después de una serie de experiencias negativas trabajando y cultivando en dos instalaciones diferentes. Dice que se vio obligado a dedicarse a su propia empresa, la cual estaría “completamente dedicada a ofrecer genéticas únicas y cannabis artesanal”. Dos años después, invito a su esposa a bordo.
“Al principio, encontrar un equilibrio profesional fue difícil. Puede ser difícil pasar de vernos después del trabajo y los fines de semana a casi pasar las 24 horas del día juntos. En general, sin embargo, es realmente increíble. Como pareja, nos complementamos, y esto es especialmente cierto para el trabajo”, afirma Danny.
Y para los novios de la preparatoria Antonio y Heather DeRose, ser capaces de combinar sus intereses compartidos de una manera empresarial es lo que hace que su trabajo sea muy satisfactorio.
“Nuestro negocio se centra en nuestras pasiones por el cannabis, la salud, la forma física y los viajes. Afortunadamente para nosotros, nos conocemos desde hace más de 15 años, por lo que formamos un gran equipo”, dice Antonio.
DeRoses dejó su carrera en finanzas para lanzar Green House Healthy, que crea experiencias saludables a través de eventos educativos y deportivos, incluyendo clases de nutrición y ejercicios de cannabis positivos. Ambos son atletas y entrenadores personales certificados que pretenden desestigmatizar el cannabis y compartir cómo ha cambiado sus vidas.
Heather, por ejemplo, solía estar “completamente en contra del cannabis” antes de descubrir sus beneficios. Ahora, ella habla regularmente sobre cómo el cannabis ayuda a su epilepsia, trastorno de estrés postraumático, ansiedad, control de peso y rendimiento deportivo.
“Lo que más disfrutamos los dos de trabajar en la industria del cannabis es la comunidad. Saber que nuestro trabajo tiene un impacto en la normalización del cannabis, mejorar la calidad de vida de las personas que lo necesitan, y el impacto sostenible que puede tener el cannabis en nuestro planeta es suficiente para mantenernos motivados todos los días”, explica Antonio.
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Referencias: hightimes.
Imágenes: discriminilización , lamarihuana , pijamasurf.