¿Podría causar esquizofrenia y trastornos psicóticos el consumo de marihuana?
Por DiosaVerde.org
El cannabis se vuelve cada día más popular. Sin embargo, aún no se recupera por completo de la criminalización y estigmatización de los años 30, cuando inició la prohibición. Por supuesto, es una sustancia que posee riesgos en la salud, pero muchos mitos exagerados han podido ser desmentidos a través de nuevas investigaciones.
Asimismo, nuevos hallazgos han sido descubiertos. Algunos expertos muestran preocupación de que su consumo puede conducir a trastornos psicóticos. Por ello, te presentamos una síntesis de lo que los científicos saben con seguridad y lo que no saben con respecto al cannabis, así como su posible relación con estos trastornos.
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Estamos a casi un siglo de que la publicidad contra la marihuana fuera exhaustivamente difundida en todos los medios de comunicación. Carteles, notas amarillistas, artículos científicos manipulados, ¡hasta películas! Reefer Madness (Locura de la marihuana), es un ejemplo de ello. Esta película, producida en 1936 alarmaba a la población estadounidense narrando la historia de varios jóvenes que enloquecían como consecuencia de la adicción al cannabis y ejecutaban asesinato, suicidio, tentativas de violación y agresiones. Aquí te presentamos el trailer, traducido en español:
Afortunadamente los tiempos han cambiado. Ahora se conoce un nuevo rostro del cannabis legal en países enteros, altamente potente, disponible en diversas presentaciones comestibles, aceites, cremas, etc. Los niveles de THC, han aumentado durante al menos tres décadas, y ahora es posible en algunos estados de la Unión Americana comprar cartuchos de vapeo que contienen poco más que el ingrediente activo.
La preocupación se centra en gran medida en el vínculo entre el uso intensivo y la psicosis en los jóvenes. Primero, los médicos sospecharon un vínculo hace aproximadamente 70 años, y la evidencia solo se ha acumulado desde entonces. En el libro, Cuéntale a tus hijos, Alex Berenson, ex periodista del Times, sostiene que la legalización está poniendo a una generación en mayor riesgo de esquizofrenia y otros síndromes psicóticos. Los críticos, incluidos los principales investigadores, han calificado el argumento de exagerado e infiel a la ciencia. Pero más valdría confirmarlo.
¿Puede el consumo de cannabis causar psicosis?
De acuerdo con los expertos, sí. Pero también el uso excesivo de cafeína, nicotina, alcohol, estimulantes y alucinógenos. La psicosis es un síntoma: una desorientación temporal que se asemeja a un sueño despierto, con imágenes y sonidos extraños e imaginados, a menudo acompañados de paranoia o una sensación de percibirse rechazado, condenado y abominable. La gran mayoría de las personas que tienen este tipo de experiencia psicótica no desarrollan una condición persistente como la esquizofrenia, que se caracteriza por episodios de psicosis que se repiten durante años, así como problemas cognitivos y aislamiento social.
¿El uso excesivo puede causar esquizofrenia u otros síndromes?
Esa es la gran pregunta, y hasta ahora la evidencia no es lo suficientemente fuerte como para responder de una manera u otra. Incluso los mejores científicos que se especializan en la investigación de la marihuana están divididos, sacando conclusiones opuestas de los mismos datos.
“He estado haciendo esta investigación durante 25 años y se está polarizando incluso entre los académicos. Así es el campo de la marihuana”, afirma Margaret Haney, profesora de neurobiología en el Centro Médico de la Universidad de Columbia.
El debate se centra en la distinción entre correlación y causalidad. Las personas con problemas psicóticos a menudo consumen cannabis regularmente. Esta es una correlación sólida, respaldada por numerosos estudios. Pero no está claro qué fue primero si el hábito del cannabis o el trastorno. Los niños que más tarde desarrollan esquizofrenia a menudo parecen retirarse a su propio mundo, acosados periódicamente por extraños temores y fantasías que están fuera del alcance de la imaginación habitual de la infancia, y mucho antes de ser expuestos al cannabis. Aquellos que pasan a convertirse en usuarios habituales de marihuana a menudo también usan otras sustancias, como el alcohol y los cigarrillos, lo que dificulta a los investigadores descubrir la causa.
Consideremos por un momento el cigarro, una sustancia legal cuya estimulación psicoactiva es mínima comparada con el cannabis. En un estudio realizado en 2015, un equipo dirigido por el Dr. Kenneth S. Kendler de la Universidad de Virginia analizó los datos médicos de casi dos millones de personas en Suecia desde la edad adulta temprana ―cuando se producen la mayoría de los diagnósticos de esquizofrenia―, hasta la mediana edad. Fumar fue una práctica que anunciaba el desarrollo posterior del trastorno en un gran porcentaje de quienes lo padecían ―o padecerían―, sugiriendo además una relación dosis-respuesta: cuanto más fuma una persona, mayor es el indicador de que se presente el trastorno.
Obviamente la nicotina no despierta la preocupación de los expertos como el cannabis; en parte porque las dos sustancias son muy diferentes en sus efectos cotidianos: una te estimula ligeramente mientras la otra te droga.
¿Es biológicamente plausible que el cannabis pueda causar trastornos psicóticos?
La respuesta en este caso también es sí, aunque los científicos del cerebro saben muy poco acerca de la biología subyacente de las condiciones psicóticas, además de que probablemente estén implicadas cientos de variantes genéticas comunes. La esquizofrenia, por ejemplo, no es un trastorno uniforme, sino un término general para una serie de problemas inexplicables relacionados con la psicosis recurrente y otros síntomas comunes.
Aun así, existe evidencia circunstancial de un mecanismo biológico. Los trastornos psicóticos tienden a surgir en la adolescencia tardía o en la edad adulta temprana ―durante o después de un período de rápido desarrollo cerebral―. En la adolescencia, el cerebro elimina las conexiones innecesarias o redundantes entre las células cerebrales, en un proceso llamado “poda sináptica”. Este ajuste se concentra en la corteza prefrontal, donde se produce el pensamiento y la planificación. También es la región que se ve perturbada en condiciones psicóticas.
Esta región prefrontal es rica en receptores CB1, los cuales están involucrados en la poda sináptica y el consumo de cannabis. Pues bien, las alteraciones en el proceso de poda pueden aumentar el riesgo de esquizofrenia, según una investigación reciente del Instituto Broad de M.I.T. y Harvard.
En otro análisis de 2016, los científicos encontraron que las personas con el trastorno a menudo tienen una variante genética que parece acelerar el proceso de poda.
¿Qué significa esto para mí, como consumidor de marihuana?
Los expertos pueden debatir si el consumo de cannabis puede llevar a trastornos psicóticos, pero en su mayoría están de acuerdo en cómo minimizar el riesgo.
Las condiciones psicóticas tienden a darse en familias, lo que sugiere que existe una vulnerabilidad genética hereditaria. De hecho, según algunos estudios, las personas propensas o con mayor riesgo de psicosis parecen experimentar los efectos del cannabis de manera diferente a sus compañeros. Los consumidores, como es lógico, experimentan una intensidad más alta, pero también son más propensos a experimentar síntomas similares a la psicosis, como la paranoia.
La evidencia hasta el momento indica que el riesgo familiar de trastornos psicóticos supera cualquier efecto adicional del consumo de cannabis. En un estudio de 2014, un equipo liderado por Ashley C. Proal y el doctor. Lynn E. DeLisi, de la Escuela de Medicina de Harvard, reclutaron a usuarios de cannabis con y sin antecedentes familiares de esquizofrenia, así como a no usuarios con y sin dicho historial. Además, los investigadores se aseguraron de que los consumidores de cannabis no consumieran otras drogas, lo cual fue un factor había generado confusión en estudios anteriores. El resultado: hubo un mayor riesgo de esquizofrenia entre las personas con antecedentes familiares, independientemente del consumo de cannabis. DeLisi explica:
“Mi estudio muestra claramente que el cannabis no causa esquizofrenia por sí solo. Más bien, es necesaria una predisposición genética. Es muy probable, según los resultados de este estudio y otros, que el consumo de cannabis desde la adolescencia hasta los 25 años, cuando el cerebro está madurando y en su punto más alto de crecimiento en un individuo genéticamente vulnerable, pueda disparar el inicio de la esquizofrenia”.
Debido a que la marihuana ha sido ilegal durante tanto tiempo, la investigación que podría resolver la cuestión aún es escasa, aunque eso ha comenzado a cambiar. Los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos han lanzado un proyecto de 300 millones de dólares que promete que hará un seguimiento a miles de niños desde la edad de 9 o 10 años hasta la adolescencia, lo cual podría ayudar a aclarar la causa.
En un futuro próximo, hay muchas probabilidades de que las opiniones de los expertos probablemente sean variadas e incluso ambiguas y contradictorias. “Por lo general, los tipos de investigación son los que están provocando la percepción de que ‘el cielo se está cayendo’ [respecto al cannabis]. Los investigadores temen sobrevalorar los peligros, como se hizo claramente en el pasado. Sin embargo, los médicos avalan abrumadoramente ver a muchos más adolescentes con ‘paranoia’ de algún tipo, dice el doctor Jay Geidd, profesor de psiquiatría de la Universidad de California en San Diego.
En resumen: el uso regular del nuevo cannabis de alta potencia puede ser un riesgo para las personas jóvenes relacionadas con alguna una condición psicótica. En esa advertencia, al menos, la mayoría de los expertos parecen estar de acuerdo.
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Fuentes: NCBI, NY Times, Addiction Research, Youtube, Cuéntale a tus hijos.