La Policía de EU necesita nueva tecnología para diferenciar la marihuana del cáñamo
Por DiosaVerde.org
La legalización federal del cáñamo llegó a Estados Unidos a fines del año pasado y expandió una industria que ya estaba en auge debido a la creciente popularidad del CBD, un compuesto del cáñamo con amplias propiedades medicinales.
No obstante, tan solo unos pocos meses después de que el Congreso colocara a la marihuana exactamente en un territorio legal seguro, la industria del cáñamo se ha visto afectada por un desarrollo inesperado.
Los camioneros, ahora libres de transportar el cáñamo de un estado a otro, han sido detenidos, y, a veces, arrestados por la policía, que no pueden decir si han interceptado una cosecha agrícola legal o si merecen un ascenso por haber incautado el mayor cargamento de marihuana de sus carreras. Esto se debe a que la única manera de distinguir el cáñamo y la marihuana, que se ven y huelen igual, es midiendo el tetrahidrocannabinol o THC, y los oficiales no tienen la tecnología de prueba para hacerlo en el lugar.
¿Cáñamo o THC?
La marihuana, catalogada en la Lista 1 de la Ley Federal como una sustancia peligrosa, al lado de la heroína y el LSD, tiene suficiente THC para que los consumidores puedan obtener estados mentales eufóricos. El cáñamo, en contraste, no tiene casi ninguno (0.3 por ciento o menos según los estándares del gobierno estadounidense). Sin embargo, los perros detectores de drogas alertarán por las tres especies de cannabis por igual: sativa, índica o ruderalis (cáñamo). Por otra parte, las pruebas de campo que los oficiales ahora usan pueden detectar THC, pero no son lo suficientemente sofisticadas para especificar si un envío es legal o es simplemente un cargamento de marihuana de baja calidad.
Como muestra de la importancia del problema, la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos presentó a principios de este mes una solicitud de información sobre compañías privadas que podrían tener la tecnología para pruebas de campo lo suficientemente sensibles como para distinguir entre cáñamo y marihuana.
“Nadie quiere ver a alguien en la cárcel durante un mes por algo que no está bien. Para permitirnos hacer nuestro trabajo, debemos tener algo que pueda ayudarnos a distinguir”. reconoció Barbara Carreno, portavoz de la DEA.
Transportar cáñamo, una preocupación clave
Trasladar cáñamo a través de la Unión Americana se ha convertido en un obstáculo imprevisto para el rápido crecimiento de la industria, que se sustenta en el transporte interestatal para llevarlo desde las granjas hasta los laboratorios de procesamiento que extraen el cannabidiol (o CDB), del material vegetal crudo. El polvo puro de CBD, incluso, se revende para usarlo prácticamente en todo, desde maquillaje hasta batidos y alimentos para mascotas.
Kentucky y Oregón son grandes productores de cáñamo, y gran parte de lo que cultivan se procesa en Colorado. Las compañías que transportan la planta a menudo conducen a través de Oklahoma e Idaho, que es donde se han producido algunos arrestos.
El cáñamo sigue siendo ilegal según la ley de Idaho, y los legisladores están luchando para aprobar un proyecto de ley que cambie esta situación. Las agencias de aplicación de la ley les están instando a que incluyan orientación en las pruebas de campo.
Para complicar aún más el problema, los estados que ya tienen sus propios programas de cáñamo deben tenerlos aprobados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, lo que podría llevar meses.
“Es el mejor ejemplo de cómo se pone el carro ante el caballo que jamás haya pensado. Se ha legalizado el cáñamo para que los agricultores lo puedan cultivar, pero no se ha implementado nada que evite que los vendedores de marihuana se aprovechen de una gran laguna”, dijo Grant Loebs, quien forma parte de la junta directiva de la Asociación de Abogados de Idaho, que ha exigido mejores pruebas.
Errores costosos
Al menos tres camioneros y dos guardias de seguridad que transportan cáñamo certificado por el estado han sido arrestados y acusados de tráfico de drogas. Miles de libras por valor de más de 2 mdd, después del procesamiento, permanecen en almacenes en Oklahoma y Idaho como evidencia, mientras se resuelven los casos.
Frank Robison, un abogado con sede en Colorado que se especializa en tales casos, dijo que tiene cerca de media docena de clientes en situaciones similares en otros lugares. Se negó a proporcionar más información, citando el deseo de privacidad de sus clientes.
“Lo que está haciendo el cumplimiento de la ley local es que están sofocando una industria que el Congreso pretendía promover para ayudar a los agricultores estadounidenses y ayudar a la economía, no para que la gente se ponga nerviosa por el hecho de que van a ser encarcelados por una discrepancia (THC)”, dijo Robison, quien representa a una de las compañías involucradas en el caso de Oklahoma.
Nuevas regulaciones necesarias
Robison y otros esperan que el Departamento de Agricultura trabaje rápidamente para crear reglas que validen los envíos de cáñamo que las autoridades locales podrían usar, en lugar de confiar en las pruebas de campo de THC, como los certificados estatales de agricultura o los certificados de laboratorio. De esta manera, la policía podría dejar pasar una carga sospechosa sin arrestos y, si las muestras de cáñamo vuelven a ser altas en THC después de las pruebas realizadas en un laboratorio, las autoridades podrían perseguir al agricultor o transportista después del hecho.
Andrew Ross, un marine que sirvió en Afganistán e Irak, se enfrenta a 18 años de cárcel en Oklahoma si es declarado culpable después de que fue arrestado en enero, mientras brindaba seguridad para un cargamento de cáñamo certificado por el estado de Kentucky. Ross y un colega viajaban en una furgoneta detrás de un camión lleno de la planta que pasó una luz roja y fue detenido.
Prueba o procesamiento
Ross dijo que proporcionó a la policía en Pawhuska, Oklahoma, la licencia emitida por el estado para la granja de Kentucky que cultivaba el cáñamo, la licencia para el laboratorio de Colorado que la estaba comprando y el papeleo de análisis químico de los 60 sacos de cáñamo que, según dijo, lo demuestran. Estaba dentro de las pautas federales para el cáñamo.
Eso no fue suficiente para los oficiales. Probaron el envío y encontraron que contenía THC, aunque no tanto, y arrestaron a Ross, a su colega y a los dos camioneros.
Los cargos contra los conductores eventualmente fueron retirados, pero su carga de 18,000 libras (8,165 kilogramos) con un valor de casi 1 mdd después del procesamiento, todavía está retenida.
Este caso y uno similar en Idaho, hicieron que el Departamento de Agricultura de Oregón emitiera una advertencia formal a los cultivadores de cáñamo para que no enviaran sus cultivos a través de los límites estatales.
Pruebas más rápidas y precisas
Ross pagó la fianza y continúa dirigiendo su negocio de transporte de cáñamo Patriot Shield Security desde Denver, mientras espera su juicio en Oklahoma. Dijo que los clientes potenciales de lugares como Nevada, West Virginia y Wyoming dicen que ahora tienen miedo de enviar su cáñamo fuera del estado.
“Toda la industria se ha volcado. Todos están aterrorizados. Nadie quiere transportar nada”, afirmó Ross.
Michelle Bodine-Keely, primera asistente del fiscal de distrito del condado de Osage, dijo que el cáñamo incautado todavía estaba siendo probado. Algunas muestras enviadas a un laboratorio de la DEA, en Washington, DC, regresaron dentro del rango legal para el THC, pero varias siguen retenidas, dijo.
Basándose en los resultados hasta ahora, Bodine-Keely dijo que no está convencida de que todo sea cáñamo.
“Parte de esto es el cáñamo, y parte de esto es la marihuana. Es un caso en curso, y no solo es un caso en curso, sino que también es una investigación en curso”, explicó, pero, también admitió: “Sería bueno tener un tipo de prueba diferente en el campo que realmente indique cuál es el porcentaje”.
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Referencias: dea, cannabistechtoday
Imagenes: HempMeds , Cannabis.info , Royal Queen