Descubre por qué Israel lidera la investigación de cannabis medicinal
Por DiosaVerde.org
La pequeña nación, un poco más grande en millas cuadradas que Nueva Jersey, es un sorprendente líder mundial pionero en lo que respecta a investigación y desarrollo de cannabis médico.
En la década de 1960, el científico israelí Raphael Mechoulam, utilizando el hachís libanés confiscado por la policía para iniciar su investigación, fue uno de los primeros investigadores en identificar el cannabidiol (CBD), uno de los compuestos clave de la planta, poco después de determinar la estructura del tetrahidrocannabinol (THC), el compuesto químico que le da al cannabis su propiedad enervante.
Utilizando su investigación como trampolín, Mechoulam convenció al Ministerio de Salud del país para establecer un programa de cannabis medicinal. En 1992, el ministerio aprobó la marihuana medicinal y finalmente estableció un programa formal de marihuana medicinal que actualmente está siendo utilizado por alrededor de 25 mil pacientes israelíes.
Mechoulam, quien ahora es un veterano estadista en la investigación del cannabis, declaró en 2012 a Israel21c:
“Trabajar en un país pequeño, ciertamente tiene sus aspectos positivos. No podría haber sucedido en Estados Unidos, porque las leyes eran demasiado estrictas. En Israel hay muchos gritos, pero al final puedes lograrlo”.
Y aunque el cannabis para uso no medicinal sigue siendo ilegal en Israel, el enfoque liberal del país hacia los estudios de cannabis le han dado una ventaja considerable sobre la mayoría de los países en lo que respecta a la aprobación gubernamental para investigación agrícola y clínica.
A fines del mes pasado, el Doctor Adi Eran, jefe del Departamento de Neurología Pediátrica del Centro Médico Shaare Zedek. en Jerusalén, obtuvo los permisos del gobierno para el primer ensayo clínico formal de cannabis medicinal con niños autistas y adultos.
Otro ejemplo de esto es Tikun Olam, una de las mayores compañías de cannabis medicinal en Israel y que ha estado operando bajo licencia del gobierno israelí durante casi una década. La empresa privada afirma tener una de las bases de datos de pacientes con cannabis medicinal más extensas del mundo. También ha iniciado varios programas de investigación, incluida una encuesta continua sobre cómo el cannabis afecta a niños con cáncer, y lo que describe como “el primer estudio aleatorizado, controlado con placebo y doble ciego”, sobre el efecto del cannabis en pacientes con enfermedad de Crohn.
En comparación, la Administración de Drogas de Estados Unidos se rehusó recientemente a cambiar la clasificación de la marihuana como una sustancia controlada de la Lista I, su categoría más restrictiva. La decisión anticipada de la DEA reiteró su posición de que el cannabis no tiene un uso médico actualmente aceptado y que la planta tiene un “alto potencial de abuso”.
Hubieron señales de cambio; sin embargo, en ese mismo anuncio, la DEA mencionó que estaba modificando una política de hace décadas, y que esto facilitaría el acceso a compañías e investigadores privados hacia nuevas fuentes de marihuana, una medida que algunos académicos dicen que podría impulsar eventualmente a compañías estadounidenses con fines de lucro a investigar y producir sus propios productos de cannabis y cannabinoides.
Según los Institutos Nacionales de Salud, actualmente hay alrededor de 350 ensayos clínicos en curso en Estados Unidos referentes al cannabis. No obstante, muchos de esos ensayos se enfocan en la abstinencia de cannabis o el tratamiento de la dependencia del mismo, en lugar de considerar las propiedades medicinales y el potencial de la planta como tratamiento médico.
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Por su parte, la Administración de Alimentos y Medicamentos dice que reconoce y comparte un interés en desarrollar terapias a partir de la marihuana.
Michael Felberbaum, portavoz de la FDA, mencionó en un correo electrónico a The Cannabist:
“Seguimos alentando el trabajo para evaluar si existen usos terapéuticos apropiados y efectivos de la marihuana y sus componentes, y creemos que el proceso de aprobación de medicamentos, usando ensayos clínicos científicamente válidos y bien controlados, es la forma más adecuada para que esto ocurra”.
Los defensores del cannabis dicen que el enfoque israelí para financiar la investigación sobre cannabis y permitir que la investigación tenga lugar con el menor escándalo político y legal posible, debería servir como un ejemplo para los legisladores en Washington y otros lugares.
Alan Shackelford, quien es un médico entrenado en Harvard y especialista en marihuana medicinal con base en Colorado, comentó en una entrevista telefónica con The Cannabist:
“A diferencia del gobierno de Estados Unidos, el gobierno israelí ha tenido pocas restricciones para investigar sobre el cannabis, ya sea a niveles de ciencia básica o estudios clínicos más específicos”.
Frustrado por las restricciones federales sobre la investigación de cannabis en Estados Unidos, Shackelford se mudó a Israel en 2014 para continuar sus estudios allí. Sin embargo, desde entonces ha regresado a Estados Unidos para buscar fondos que le permitan realizar estudios adicionales y escribir protocolos para ellos. Sin embargo, señaló:
“Israel lidera el mundo al establecer políticas gubernamentales que hacen posible llevar a cabo investigaciones científicas sobre los posibles usos médicos del cannabis con un mínimo de restricciones y regulaciones sensatas, y al no poner obstáculos en la forma de conducir investigación legítima”.
En junio, el gobierno israelí anunció que establecería directrices para las reglamentaciones nacionales sobre el uso del cannabis para la medicina e investigación.
Y en agosto, los ministerio de Salud y Agricultura, anunciaron conjuntamente que los esfuerzos de investigación actuales en relación con el cannabis se realizarán bajo las nuevas instalaciones: el Centro Nacional de en Cannabis Medicinal, cuya finalización está programada para mediados de 2017.
El centro estará bajo la operación del Centro Volcani del Ministerio de Agricultura, que tiene una reputación mundial por sus estudios de agricultura.
Nirit Bernstein es una investigadora sénior en el Volcani Center, y su principal área de investigación son los efectos ambientales en las plantas. Ella ha estudiado el cannabis durante tres años, especialmente cómo optimizar sus prácticas de cultivo, y dijo que todavía hay “más desconocidos que conocidos” sobre la bioquímica, fisiología y el impacto medicinal de la planta:
“Además de sus muy hablados THC y CBD, contiene más de 100 cannabinoides diferentes y más de 300 metabolitos secundarios adicionales (es decir, componentes que aparecen en cantidades diminutas). La magia del cannabis está en el perfil (el contenido) de todos estos compuestos minúsculos”.
El financiamiento para la investigación de la marihuana medicinal todavía es escaso tanto en Israel como en Estados Unidos. Los fondos israelíes provienen tanto del gobierno como de fuentes privadas y corporativas, mientras que el financiamiento de los Estados Unidos es difícil de encontrar, incluso en los estados amigos del cannabis. Colorado aprobó el año pasado 9 mdd en subvenciones para investigación de marihuana medicinal, mientras que el estado de Washington anunció recientemente planes para eludir las regulaciones federales y crear su propia licencia estatal de investigación de marihuana.
Un investigador de Colorado incluso utilizó el crowdfunding a principios de este año para recaudar suficiente dinero en efectivo para su estudio de bajo presupuesto relativo a cómo el consumo de cannabis influye en la función motora en pacientes con esclerosis múltiple.
Estos obstáculos políticos y culturales han llevado a algunas empresas de Estados Unidos a utilizar a Israel como su laboratorio de I + D para productos y tecnologías de cannabis.
Reuters citó recientemente al CEO de iCan, Saul Kaye, (centro de investigación de iCan, compañía farmaceútica que invierte e investiga para elaborar productos con cannabis; su fundador, Saul Kaye), diciendo que las firmas estadounidenses han invertido alrededor de 50 mdd durante los últimos dos años en la licencia de patentes de marihuana medicinal israelíes, así como en nuevas empresas de agro tecnología y productos de administración de cannabis como inhaladores. Se espera que esa cifra aumente a 100 mdd en el próximo año, según Kaye, cuya firma se centra en los esfuerzos de investigación del cannabis.
Eyal Barad, cofundador de Cannabics Pharmaceuticals, una empresa con sede en Maryland que realiza investigaciones sobre el cannabis. y cannabinoides en su filial israelí, explicó:
“Estados Unidos es actualmente el mayor mercado potencial para nuestra tecnología y, a pesar de las dificultades en regulación y riesgo, la recompensa potencial es enorme”.
Asimismo, el pasado mes de marzo, Cannabics anunció el inicio de estudios clínicos en Israel para pacientes con cáncer, utilizando las cápsulas de liberación prolongada de la compañía.
Hablando a The Cannabist por teléfono, desde Israel, Barad dijo que las compañías legales de cannabis en Estados Unidos deberían ver a sus contrapartes israelíes como socios potenciales, en lugar de sus rivales comerciales:
“Es una alianza natural, donde muchas de las tecnologías se desarrollan aquí (y) el mercado está en Estados Unidos, y se abre completamente a la colaboración y cooperación; las empresas de Estados Unidos están respaldando sus productos con ensayos clínicos en Israel, lo que podemos ayudar a facilitar”.
El gobierno de Israel, mientras tanto, ha elevado la apuesta en su compromiso con el cannabis. Recientemente, anunció planes para exportar marihuana medicinal cultivada por Israel en los próximos años. Y aunque esa decisión aún es tentativa, Bernstein, del Centro Volcani, dijo que hay un gran interés entre los agricultores israelíes con respecto a la posibilidad de exportar un producto agrícola tan efectivo como el cannabis:
“A muchos excelentes productores de vegetales y flores les encantaría especializarse en el cultivo de esta cosecha única. Estos son… granjeros de cultivo altamente cualificados y de alta tecnología [que] bajo esfuerzos combinados con el sector de investigación en Israel, pueden mejorar el producto para el beneficio y la seguridad de los consumidores médicos”.
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Referencias: Wiley Online Library, JNS, Israel21c, The Algemeiner, NIH, The Cannabist, Israel21c, Reuters, Times of Israel.
Imágenes: BBC , descubriendoisrael