Estudio reciente: el TDAH aumenta las probabilidades de consumir y abusar del cannabis
Por DiosaVerde.org
Si alguna vez te has preguntado por qué algunas personas se inclinan a consumir marihuana, mientras que otras ni siquiera lo consideran, este artículo te interesará.
Investigaciones recientes demuestran que las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tienen 8 veces más probabilidades de consumir marihuana.
El estudio que revela este dato es liderado por el Hospital Vall d’Hebron, en Barcelona, y señala que quienes padecen TDHA cuentan con una predisposición genética no sólo a consumir cannabis, sino a abusar de él. Esto podría explicar un poco más la existencia de adictos a la marihuana, pues según el Instituto Nacional de Abuso a las Drogas (NIH, por sus siglas en inglés), con sede en Maryland, 9 por ciento de los consumidores de marihuana se vuelven adictos.
Tras analizar la genética en más de 85 mil personas, los científicos llegaron a la conclusión de que quienes padecen este trastorno multiplican por ocho las probabilidades de probar el cannabis, volverse consumidores habituales y abusar de la sustancia. Esto último, basándose en cuatro regiones genéticas compartidas entre el TDAH y el consumo de THC.
Confirmando las sospechas
Por supuesto, ya hay diversas investigaciones y fuentes que anteceden al citado estudio del hospital barcelonés y señalan una relación muy estrecha entre la personalidad adictiva y el TDHA.
Por citar un ejemplo Francisco Ferre, vocal de Adicciones Comportamentales de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) y jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, manifestó en junio pasado que el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), así como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) son los trastornos mentales más asociadas a las adicciones.
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Sin embargo, con relación al cannabis, faltaba un estudio más específico que confirmara las sospechas de muchos psiquiatras, psicólogos, médicos y otros profesionales.
Josep Antoni Ramos Quiroga, jefe de Psiquiatría de Vall d’Hebron, comenta:
“Veíamos que los pacientes con TDAH consumían más cannabis que la población general. El 40 por ciento tenía adicción al cannabis. Lo que no sabíamos era qué factores implicaban este alto riesgo”.
Cabe señalar que el TDAH afecta a 5 por ciento de la población durante la infancia. Además, 50 por ciento de quienes lo padecen lo mantienen aún durante su edad adulta. Los principales síntomas de este trastorno son desorganización, impulsividad e hiperactividad, pero implica también bajo rendimiento y deserción escolar, dificultad en las relaciones sociales y consumo de drogas ―entre otros problemas conductuales.
“Hay cierto solapamiento genético, alrededor de un 30 por ciento, entre el TDAH y el consumo de cannabis. Son variantes genéticas, cambios de nucleótidos simples, que confieren un mayor riesgo, una predisposición”, sostiene Marta Ribasés, investigadora principal del grupo de Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR).
Por su parte, Quiroga afirma que las modificaciones cerebrales descubiertas se producen en genes relacionados con la formación de neuronas:
“Estamos hablando de muchísimas variables genéticas en distintas zonas que participan en la formación del cerebro. Modulan el cerebro y los hacen más vulnerables”.
Por otro lado, el psiquiatra desconoce cuán profundos pudieran ser estos cambios: “Tenemos que ver si estas diferencias genéticas implican cambios en la estructura cerebral”.
Independientemente de si los cambios cerebrales modifican la estructura cerebral, el estudio del hospital Vall d’Hebron podría constituir un importante antecedente para reforzar la prevención de la toxicomanía.
“Los pacientes con TDAH tienen más prevalencia de consumo y empiezan antes, a los 12 años. Nosotros no podemos hacer prevención a los 14 o 15 años. No tiene sentido. Hay que empezar a los nueve”, explica Quiroga. Además, los investigadores hacen hincapié en que su estudio servirá de igual manera para mejorar la detección precoz y ayudar a entender por qué las personas en edades adultas e infantes con TDAH consumen cannabis.
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Referencias: Nature, RedaccionMedica, Drugabuse, ElPais.