Guía completa para elaborar aceite de THC medicinal y recreativo

Actualmente, los artículos y documentales sobre el aceite de cannabis y sus beneficios son el centro de atención en múltiples medios de comunicación. Esto se debe a que dichos aceites se han convertido en una de las formas más populares y significativas de consumir cannabis, principalmente con fines medicinales.

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Además, los aceites de cannabis han cambiado la forma en que las personas perciben la planta, eliminando parte del estigma que la rodea y abriendo muchas posibilidades para curar el cáncer, revolucionando como nunca la investigación de la marihuana en todo el mundo.

Con un potencial médico tan grande, es natural que las personas empiecen a preguntarse cómo hacer aceite de THC por su cuenta.

¿Qué es el aceite de cannabis?

Básicamente, los aceites de cannabis son concentrados de la planta de marihuana que se crean extrayendo los cannabinoides de la planta, generalmente el THC y el CBD.

Asimismo, existen muchos tipos de extracción de cannabis, como extracción de alcohol, extracción de CO2, extracción sin solventes, etc. Sin embargo, el resultado final, el aceite de cannabis, es algo que puedes comprar fácilmente en cualquier tienda de dispensarios o incluso online.

Los tipos de aceite de cannabis más comunes son el aceite de CBD, el aceite de THC y el aceite de cáñamo (que se extrae de las semillas de cáñamo).

El aceite de cáñamo es rico en grasas Omega 3 y Omega 6, pero no contiene CBD ni THC. Por otra parte, el aceite de CBD está hecho de cáñamo de fibra y contiene muy poco o nada de THC (el cannabinoide responsable de los efectos psicoactivos). El aceite de CBD, además, puede comprarse legalmente en cualquier lugar de Estados Unidos y en muchos otros países del mundo, siempre y cuando contenga menos de 0.3 por ciento de THC.

Por último, pero no menos importante, el aceite en el que nos centraremos en este artículo: el aceite de THC, también conocido como aceite de marihuana o aceite de cannabis.

Todos estos nombres significan lo mismo: aceite hecho de la resina de la planta de marihuana femenina.

Y debido a que todavía no es legal comprarlo en muchos lugares, te mostraremos cómo hacer uno en casa.

Cómo hacer aceite de THC 

Antes de comenzar, es importante señalar que puedes hacer tu aceite de THC con fines medicinales o de vapeo, y te ayudaremos con ambos. El aceite medicinal puede proporcionar alivio a los pacientes que sufren diferentes tipos de cáncer, epilepsia, dolor crónico, trastorno de estrés postraumático y mucho más.

Además, el aceite de THC es definitivamente algo que puedes hacer por tu cuenta si sigues las instrucciones cuidadosamente. Sin embargo, debido a que esta receta práctica incluye alcohol, te sugerimos tomar todas las precauciones de seguridad. 

Aceite de THC para uso médico

1.- Limpia y prepara tu espacio de trabajo

Al hacer aceite de THC en casa, debes asegurarte de estar trabajando en un entorno seguro, limpio y abierto.

Asimismo, es importante que el espacio esté debidamente ventilado para tener más flujo de aire disponible.

Considera, para remediar cualquier accidente, tener a la mano un extintor de incendios, ya que, como dijimos, trabajarás con alcohol.

2.- Consigue todos los materiales necesarios

• 1 onza (aproximadamente 30 gramos) de marihuana (la mejor calidad que puedas encontrar)
• 1 galón (aproximadamente 3.5 litros) de alcohol de alta resistencia, que usarás como solvente (encuentra el más limpio posible, el que incluya 99 por ciento de alcohol es el mejor)
• No uses alcohol para frotar, sino solo para consumo humano.

3.- Consigue todas las herramientas necesarias

Ten en cuenta que todas las herramientas que utilizarás deben estar limpias y ordenadas.

Necesitarás:

• 1 recipiente de vidrio o cerámica (no uses plástico).
• 1 cuchara mezcladora de madera
• Dispositivo de filtrado (filtro): puede ser un par de medias, gasas o un filtro de café.
• 1 contenedor de tu elección para el líquido.
• 1 espátula de silicona.
• 1 cacerola adecuada para baño maría. 
• Jeringas orales de plástico.
• Algunas herramientas de seguridad de tu elección (guantes para horno, extintor).

4.- Extrayendo THC del cannabis

Este paso parece el más fácil, pero es el más importante.

• Primero, vierte tu cannabis en un recipiente de vidrio y posteriormente agrega alcohol sobre él.
• Continúa vertiendo alcohol hasta que el solvente esté 1 cm por encima de la superficie de la planta.
• Luego revuelve la mezcla con una cuchara de madera durante aproximadamente 2 o 3 minutos.

(La agitación constante ayudará a absorber el THC en el solvente y suavizará la hierba, liberando sus cannabinoides).

• Después de eso, simplemente vierte la mezcla en el segundo recipiente (para el líquido), mientras usas tu dispositivo de filtrado sobre él.

No apresures este paso y vierte lentamente, dejando que el líquido llene el segundo recipiente.

• Repite todo este proceso 

¿Por qué? Porque el primer lavado te dará de 70 a 80 de resina, y el segundo lavado te dará el resto de THC.

Cuando hayas repetido todos los pasos, simplemente agrega esta mezcla a tu líquido verde del primer lavado.

(No se recomienda hacer un tercero, dos son absolutamente suficientes).

5-. Prepara y almacena tu aceite

Cuando hayas terminado de recuperar tus cannabinoides, es el momento de hervir el solvente (alcohol) de tu mezcla.

La mejor manera de hacerlo (y la más fácil) es hacer a baño maría:

• Llena la cacerola de fondo con agua caliente.
• Vierte el líquido verde en el contenedor superior.
• Pon a hervir el agua y espera hasta que el alcohol en el plato superior comience a evaporarse (la olla burbujeará).
• Luego apaga el quemador y espera hasta que aparezca la última burbuja.
• Dale otros 15 minutos para asegurarte de que todo el alcohol haya desaparecido, y esta vez revuelve ocasionalmente con tu espátula de silicona.

Es mejor hacer este paso con una espátula de silicona, porque se vuelve menos pegajosa.

Por ahora, tu contenido debería ser un espeso jarabe verde oscuro: todo el alcohol se evaporó y te quedas con tu aceite de THC casero.

Ahora que el proceso se ha completado, retira el plato superior con tu aceite verde y déjalo enfriar durante aproximadamente una hora. A medida que se enfría, se espesará aún más.

• Llena las jeringas con tu aceite

Este paso es opcional, pero te recomendamos que almacenes tu aceite en jeringas de plástico para facilitar su uso.

• Lentamente, extrae el aceite en la jeringa tirando del émbolo hacia arriba.

Si tienes aceite extra y no hay más jeringas disponibles, puedes almacenar el resto del aceite en cualquier recipiente hermético de vidrio. Si lo guardas en el refrigerador, puede durar al menos 6 meses.

La dosis que usamos para este aceite medicinal de 1 onza puede producir de 2 a 6 gramos de aceite. Este tipo de aceite es solo para fines medicinales.

Cómo usar tu aceite medicinal de THC

Hay muchas opciones a la hora de elegir un método de consumo de aceite de THC. Si bien el aceite no funciona tan rápido como fumar o vapear, sentirás sus efectos más rápido que con los comestibles.

La forma más efectiva de consumir aceite de marihuana es sublingualmente, colocando el aceite debajo de la lengua con un gotero. De esta manera, el THC es absorbido por los receptores de la lengua y va directamente al torrente sanguíneo. El compuesto tarda entre 15 y 30 minutos en entrar en acción.

En cuanto a la dosis, esta varía de persona a persona. Comienza con unas gotas y ve cómo funciona para ti, luego aumenta lentamente la dosis hasta que experimentes el efecto que más te convenga.

Aceite de THC para vapear

El proceso de hacer aceite para vapear es un poco diferente a la receta del aceite medicinal.

Para ello, necesitarás 2 frascos de vidrio; asegúrate de ponerlos en el refrigerador primero.

Para continuar, deberás descarboxilar tu marihuana. Si no sabes cómo hacerlo, consulta alguna de estas guías: 

• Aprende a descarboxilar cannabis en solo 5 pasos usando un frasco hermético
• Cómo descarboxilar marihuana

Una vez que hayas descarboxilado tu hierba, sigue estos pasos: 

• Toma un frasco del refrigerador.
• Pon la hierba en el frasco y vierte alcohol sobre ella.
• Coloca la mezcla en el congelador durante unos minutos para que el THC se asiente un poco.
• Ahora toma el frasco con la mezcla y vierte su contenido en el segundo frasco, previamente cubierto con una gasa.

Para purificar el extracto, debes dejar que se evapore el alcohol, como hicimos en el primer tutorial.

Sin embargo, esta vez colocarás tu frasco de líquido verde en la olla llena de agua y dejarás que hierva.

En este paso viene una parte muy importante, la cual marca la diferencia:

• Agrega PEG (polietilenglicol) a tu aceite de THC.

Esto hará que la consistencia sea más espesa para que puedas usarla en tu vaporizador como concentrado.

Necesitarás al menos un milímetro de PEG para convertir un gramo de tu concentrado en un jugo de vapor.

Mezcla el aceite de PEG y el THC juntos, agregando la dosis que prefieras y con la que te sientas cómodo en frascos con goteros y simplemente agítalos.¡¡¡Listo!!! Ahora, ya sea que vayas a usar tu aceite como analgésico, para relajarte, vaporizarlo o usarlo en un comestible, depende de ti. Solo asegúrate de no exceder la dosis necesaria y úsalo de manera responsable.

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Fuentes: greencamp, diosaverde, wikipedia.

Fuente de imagen: drogueriascafam, sensiseeds, sweetseeds, comocultivo.