¿Son los biocombustibles de cáñamo una alternativa más sostenible?
Por DiosaVerde.org
El combustible lo es todo. Ninguna economía funcionaría sin fuentes de energía para alimentar nuestros automóviles, aviones y computadoras. En este sentido, sin nuestra electricidad y gasolina, no seríamos más que agricultores neolíticos. Sin embargo, todo tiene un precio. Las fuentes de combustible tradicionales dañan el medio ambiente y se están agotando. Debido a ello, en este artículo nos enfocaremos en una fuente de combustible alterna: los biocombustibles de cáñamo.
El cannabis es un regalo invaluable de la naturaleza. Esta planta milagrosa nos da aceite de CBD, THC, fibras de cáñamo e incluso combustibles. Hasta hoy, los investigadores han desarrollado dos tipos de biocombustibles de cáñamo: biodiesel y etanol.
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Biodiesel de cáñamo
El biodiesel se produce presionando semillas de cáñamo para extraer sus aceites y grasas. Después de la extracción, el producto se somete a otros procesos para convertirse en un biocombustible de cáñamo utilizable para automóviles.
El argumento a favor del biodiesel derivado del cáñamo consiste en la conveniencia. Si se procesa correctamente, se puede utilizar en cualquier automóvil con motor diesel. Asimismo, se puede almacenar y transportar como diesel, por lo que no es necesario crear un nuevo sistema de transporte. Incluso reemplaza el olor del diesel tradicional con el olor a cáñamo.
Cáñamo para hacer etanol
El etanol se elabora tradicionalmente a partir de cultivos a base de trigo, maíz y cebada. En cuanto a su uso, se aprovecha tradicionalmente como un aditivo para la gasolina, lo cual ha dado paso a los vehículos de “combustible flexible” de hoy en día.
El cáñamo se puede convertir en etanol mediante diversas formas de fermentación. Usar el cáñamo como la principal fuente de etanol, en lugar de cultivos alimenticios como el trigo y el maíz, tiene claras ventajas. El simple hecho de no utilizar cultivos alimentarios como fuente de combustible permite una mayor eficiencia en la producción de alimentos. Por si fuera poco, el cáñamo, a diferencia del maíz o el trigo, se puede cultivar en condiciones de menor calidad. El etanol derivado del cáñamo también comparte las ventajas del transporte y la usabilidad como biodiesel.
¿Son los biocombustibles de cáñamo una mejor alternativa?
Si bien los biocombustibles de cáñamo tienen obvias ventajas para reemplazar nuestras fuentes tradicionales de combustibles fósiles, tienen sus inconvenientes.
De inicio, para establecer una granja de cáñamo industrial a gran escala, un agricultor experimentará los mismos dilemas éticos que enfrenta casi toda la industria agrícola. La deforestación y el uso de pesticidas aumentarán, e inevitablemente tendríamos que reemplazar algunas de nuestras tierras de cultivo de alimentos con más hectáreas de cultivo de cáñamo. No obstante, los agricultores pueden cultivar biocombustible de cáñamo en tierras que no son aptas para otros cultivos. Esta “tierra marginal” es esencialmente tierra que no está labrada y limpia para la agricultura.
A pesar de la versatilidad, el cáñamo produce una cosecha mucho más grande en entornos de cultivo ideales. Además, la tierra marginal es el hogar de importantes plantas, árboles y seres vivos que son vitales para el ecosistema.
Claramente, el biocombustible de cáñamo por sí solo no resolvería nuestra crisis ambiental. Sin embargo, podría ser parte de una transición hacia una forma de vida más limpia.
La industria automotriz ya aprovecha el cáñamo
Si bien el biocombustible de cáñamo puede no ser una alternativa popular todavía, la industria automotriz ya lo aprovecha en algunos de sus vehículos.
De igual manera, los fabricantes de automóviles usan plástico de cáñamo de modo similar a la fibra de vidrio. De hecho, casi todos los fabricantes de automóviles europeos usan fibras de cáñamo en paneles interiores de las puertas y piezas decorativas. Además, algunas empresas como FlexForm producen fibra de vidrio de cáñamo que venden a compañías automotrices para convertirlas en puertas de automóviles y paneles exteriores.
Los automóviles que cuentan con materiales a base de cáñamo incluyen el superdeportivo BMW i8, el Porsche 718 Cayman y el Lotus Evora. Las ventajas que incluyen los materiales hechos de cáñamo es que son más livianos, son biodegradables y provienen de un recurso mucho más fácil de renovar (el cáñamo crece en aproximadamente tres meses, mientras que los metales tardan miles de años en formarse).
El futuro de los biocombustibles de cáñamo
Ahora que el cáñamo es legal en Estados Unidos, estamos presenciando el comienzo de la revolución del cáñamo. Esperamos que en un futuro no muy lejano esto signifique más material de cáñamo disponible para usos experimentales como el combustible.
Si bien el biocombustible de cáñamo no puede resolver toda la crisis energética (creemos que la respuesta a ese problema requerirá múltiples soluciones). En este contexto, el cáñamo puede proporcionarnos una gran fuente de combustible renovable además de sus otras aplicaciones ya de por sí útiles.
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Referencias: hemp, fueleconomy, flexformtech, herb